En Venezuela, la ausencia de una buena oferta de productos en los mercados es algo común desde hace varios años, peor aún fuera de Caracas. Sin embargo, desde finales del año pasado, la crisis parece haber alcanzado niveles críticos, al punto de no poder encontrar bienes de primera necesidad como harina, aceite, jabón o papel higiénico.
La escasez es un desajuste económico que comenzó localizado en rubros que sufrían problemas de producción por “épocas”. Así, se podía ver escasez de carne, luego de azúcar o de aceite, pero estos eran resueltos en cuestión de semanas.
Sin embargo, los anaqueles de los mercados y abastos ya no vuelven a su estado regular. En Caracas se nota con la limitación del número de productos que se pueden comprar (“solo dos botellas de aceite por mercado”), pero dentro del país, estos productos ya no están.
Un informe del diario colombiano ‘El Tiempo’ detalla que el Banco Central de Venezuela reconoce que el índice de escasez de este año alcanza el 20% de los alimentos de la canasta básica. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros (Cenda) indica que solo en febrero de este año se sintió la falta de 10 alimentos fundamentales: azúcar, aceite, harina de trigo y de maíz, pastas y café.
AJUSTE A LAS IMPORTACIONES El diario colombiano entrevistó a dos ejecutivos que permanecieron en el anonimato por protección. Estos señalaron que la crisis empezó en 2012, cuando el régimen chavista limitó la entrega de divisas para importaciones, que en Venezuela afecta a materias primas y productos terminados en una crisis que el regimen se niega a reconocer.
El gobierno tampoco ha corregido el precio de los alimentos con valor controlado, los cuales son necesarios para las industrias, las cuales se han visto obligadas a abandonar los productos baratos para no trabajar a pérdida. Esto ha obligado a muchas empresas a recurrir a las importaciones.
El diario venezolano ‘El Universal’ informó que el gobierno ha entregado este año 28% menos dólares en comparación con el año pasado, lo que ha afectado directamente al abastecimiento de productos terminados como embutidos, carnes y pollos.