El papa Francisco presidió en la Basílica de San Pedro la Pasión de Cristo, la primera de su pontificado, que comenzó orando durante varios minutos tendido en el suelo.
Miles de personas, entre ellas el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, asistieron al templo vaticano al rito del Viernes Santo, único día del año que no se oficia misa.
Tras la lectura de la Pasión de Cristo, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano capuchino Raniero Cantalamessa, pronunció la homilía.
La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión.
CEREMONIA El Predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, dijo hoy en la conmemoración de la Pasión del Señor que la burocracia y las controversias impiden que el Evangelio llegue a los hombres, y recordando las palabras de Cristo al santo de Asís, dijo: Ve, Francisco, y repara la Iglesia.
Ante el papa Francisco y miles de personas que asistieron en la basílica de San Pedro del Vaticano a los ritos del Viernes Santo, Cantalamessa afirmó que la excesiva burocracia, la división entre los cristianos y las controversias del pasado impiden que el mensaje de Cristo llegue nítido a los hombres y que es necesario que la Iglesia vuelva a la simplicidad y a la sencillez de sus orígenes.
Ocurre como con algunos edificios antiguos. A través de los siglos, para adaptarse a la necesidad del momento, se les llena de divisiones, escaleras, habitaciones y cubículos pequeños. Llega un momento en que te das cuenta de que todas esas adaptaciones ya no responden a las necesidades del momento, sino que son un obstáculo, y entonces tenemos que tener el coraje de derribarlas y volver el edificio a la simplicidad y sencillez de sus orígenes, afirmó.
El franciscano capuchino agregó: Esa fue la misión que recibió un día un hombre que estaba orando ante el crucifijo de San Damián. Ve, Francisco, y repara mi Iglesia.