Brasilia. El Gobierno brasileño negó hoy en forma vehemente que el dinero de las corruptelas en Petrobras haya servido para financiar la campaña que el año pasado llevó a la reelección de la presidenta Dilma Rousseff.Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Los ministros de Justicia, José Eduardo Cardozo, e Información, Edinho Silva, convocaron a una rueda de prensa para manifestar la “indignación” del Gobierno frente a una declaración atribuida a un empresario preso por el caso Petrobras, según la cual la campaña de Rousseff recibió dinero originado en prácticas corruptas.
Según publicó hoy la revista Veja, el empresario Ricardo Pessoa, declaró a la justicia que donó 7,5 millones de reales (unos 2,4 millones de dólares) provenientes de la corrupción en Petrobras para la campaña que condujo a la reelección de Rousseff.
La declaración habría sido hecha en el marco de un proceso de colaboración judicial a cambio de una futura reducción de pena.
El ministro Silva, quien fue tesorero de la campaña de Rousseff, admitió que la empresa UTC, de Pessoa, donó esa cifra, pero aseguró que fueron operaciones hechas legalmente y que el dinero se declaró ante las autoridades electorales, que “aprobaron en forma unánime las cuentas” de la mandataria.
También reconoció que se reunió tres veces con Pessoa a fin de negociar esas donaciones, sobre las cuales precisó que significaron “apenas el 2 % del dinero recaudado para la campaña”.
Apuntó que, como tesorero, dialogó “con decenas de empresarios, así como también hicieron los tesoreros de todos los partidos”, y dijo que causa “indignación” que no se haya mencionado que Pessoa y otras empresas privadas “también donaron dinero a otros políticos”, incluso de la oposición.
Silva indicó que desconoce el contenido de la declaración de Pessoa, que pese a permanecer bajo estricto secreto judicial fue obtenida y publicada por la revista Veja.
No obstante, y por haber sido citado en esa declaración, anunció que pedirá a la justicia que le facilite el acceso al texto, a fin de “responder a esas mentiras por las vías legales que corresponda”.
Según Veja, Pessoa confesó además que en 2006 donó 2,5 millones de reales (804.000 dólares al cambio actual), también de origen ilícito, para la campaña que llevó a la reelección del antecesor y padrino político de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva.
Veja asegura además que el empresario ha implicado al actual senador y expresidente Fernando Collor de Melo, destituido en medio de un escándalo de corrupción en 1992, al actual alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, y a nueve legisladores.
En el último caso, los parlamentarios pertenecen al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y a los oficialistas partidos del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), Laborista Brasileño (PTB) y Progresista (PP).
Del arco opositor, la lista difundida por Veja incluye a Aloysio Nunes, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y actual presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, y al diputado Julio Delgado, del Partido Socialista Brasileño (PSB).
Las corruptelas en Petrobras han llevado a la detención de decenas de empresarios, exdirectivos de la petrolera y políticos, entre quienes figura el extesorero del PT Joao Vaccari.
Asimismo, la justicia investiga a medio centenar de políticos, entre quienes están los presidentes de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renán Calheiros, ambos dirigentes del PMDB, que lidera el vicepresidente del país, Michel Temer.
La policía sostiene que las empresas privadas implicadas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban los precios y repartían las diferencias entre algunos directores de la estatal y políticos que amparaban esas irregularidades.
En ocasiones, según las autoridades judiciales, el dinero era entregado a los partidos bajo la forma de donaciones legales para campañas, que eran debidamente registradas pero tenían origen ilícito.
Fuente: EFE