Washington. El llamado del papa Francisco a tomar medidas para lidiar con los cambios climáticos no fue tomado en cuenta por congresistas republicanos el jueves, al tiempo que la mayoría de los candidatos presidenciales lo ignoraron completamente.
“No quiero parecer irrespetuoso, pero no lo considero un experto en asuntos ambientales”, dijo el representante republicano Joe Barton, miembro del panel de Energía y Comercio.
Incluso los católicos en el Congreso no parecieron conmovidos por el llamado urgente de Francisco a salvar el planeta.
El presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, un católico que invitó al pontífice a hablar en el Congreso este año, dijo que el Papa no teme expresar opiniones controversiales en varios temas. “Yo respeto su derecho a hablar sobre esos asuntos importantes”, dijo Boehner, pero objetó cuando se le preguntó si las opiniones del Papa, dadas a conocer en una encíclica publicada el jueves, pudieran alentar acción legislativa por los republicanos.
“Hay muchas propuestas de ley en el Congreso. No estoy seguro en qué parte del proceso esas propuestas pudieran estar”, dijo Boehner.
En la encíclica llamada Laudato si (Alabado seas), una incursión histórica del Vaticano en el área de política ambiental, Francisco llamó a una audaz revolución cultural, describió el cambio climático como un asunto moral urgente, y atribuyó el calentamiento global a un modelo industrial injusto, basado en combustibles fósiles, que perjudica mayormente a los pobres. Francisco llamó a personas de todas las religiones a salvar la creación de Dios para generaciones futuras.
La tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán. #LaudatoSi— Papa Francisco (@Pontifex_es) junio 19, 2015
Francisco va a hablar ante los legisladores en setiembre, en el primer discurso de un papa en el Congreso estadounidense.
Pese a su estatus como figura espiritual exaltada y líder de los 1.200 millones de católicos, sus pronunciamientos sobre el cambio climático fueron recibidos de la misma forma que los discursos presidenciales: con aplausos por quienes ya están de acuerdo, y por críticas y silencio de parte del resto.
El presidente Barack Obama estuvo entre los primeros. “Saludo la encíclica de Su Santidad el papa Francisco y admiro profundamente la decisión del papa de argumentar —claramente, poderosamente y con toda la autoridad moral de su posición— en favor de tomar acción para combatir el cambio climático global”, dijo el presidente en una declaración.
Los republicanos que aspiran a remplazar a Obama en la Casa Blanca no fueron tan entusiastas. Varios de ellos, incluyendo los senadores Ted Cruz y Rand Paul, no respondieron a pedidos de comentario o evitaron responder a preguntas de reporteros sobre el tópico.
El ex gobernador de Florida Jeb Bush cuestionó la incursión papal en la ciencia climatológica, al discutir el asunto el jueves antes de la publicación de la encíclica. “No pienso que debamos politizar nuestra fe”, dijo.
Un comunicado del gobernador de Texas Rick Perry no mencionó directamente a Francisco, pero dijo: “El gobernador Perry considera que el clima está cambiando constantemente, pero no está claro qué papel tienen los humanos en ello”.