Moscú. Rusia señaló este sábado a Estados Unidos que dispone de “pruebas irrefutables” del uso de sustancias tóxicas por parte de los extremistas en la ciudad siria de Alepo (Siria) en noviembre pasado, y refutó las acusaciones de Washington de que fuera el régimen de Damasco el responsable del ataque.
“La parte rusa tiene pruebas irrefutables del uso de municiones con agentes tóxicos contra civiles por parte de terroristas el 24 de noviembre de 2018 en Alepo”, señaló el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Estados Unidos acusó este viernes a Rusia y al Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, de inventarse un ataque de grupos extremistas con cloro en noviembre en el noroeste de Alepo para luego usar gas lacrimógeno contra civiles.
Uno de los portavoces de la diplomacia estadounidense, Robert Palladino, aseveró que los Gobiernos ruso y sirio estuvieron involucrados en esos incidentes con gas lacrimógeno y consideró que ambos países “lo están utilizando como una oportunidad para socavar la confianza en el alto el fuego en Idlib”.
Rusia, sin embargo, considera que Estados Unidos pretende generar “ruido” con estas declaraciones y “desviar la atención de la comunidad internacional de los crímenes de la aviación estadounidense en el este de Siria” que ataca ya desde más de un mes las localidades en la zona de Hajin y provoca la muerte de decenas de civiles“.
Asimismo, el Ministerio de Defensa ruso considera que las afirmaciones “histéricas” del Departamento de Estado, “no es más que un intento de blanquear a los terroristas internacionales que operan en Idlib asociados con los pseudo rescatadores de los Cascos Blancos”.
Según Moscú, el Ministerio de Defensa ruso ha denunciado “durante más de medio año” ante la comunidad mundial el supuesto “suministro (de agentes tóxicos) de las agencias de inteligencia occidentales a los terroristas, así como a los Cascos Blancos”.
Los Cascos Blancos, que ha tenido una gran notoriedad y un amplio apoyo de los países occidentales, rescata a la población civil en las zonas de conflicto, pero es acusada por las autoridades sirias y por Rusia de tener vínculos con grupos extremistas.
Como presunta prueba de la inocencia del Gobierno sirio en el ataque, Rusia sostuvo que este solicitó oficialmente el envío a Alepo de expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para que investigue los hechos.
Al menos 107 civiles fueron hospitalizados con síntomas de intoxicación tras el supuesto ataque químico, según fuentes médicas citadas por la televisión pública y por la agencia oficial SANA.
Fuente: EFE