Rusia insistió en que fue Ucrania la que derribó en 2014 un avión de Malaysia Airlines, en respuesta a las acusaciones de un equipo de investigadores internacionales de que Moscú puso en manos de los rebeldes prorrusos el sistema Buk que disparó el misil cuando el aparato sobrevolaba la región de Donetsk.
“La parte rusa ha presentado a las fuerzas de seguridad holandesas pruebas exhaustivas que demuestran (...) inequívocamente la implicación de los Buk ucranianos (y no rusos) en el derribo del avión de pasajeros Boeing procedente de Holanda”, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
Los militares rusos acusaron al equipo de investigadores de “no contar en absoluto con los testimonios de los testigos que viven en los núcleos de población más cercanos al lugar del siniestro, que apuntan a que el cohete fue lanzado desde territorio controlado por las Fuerzas Armadas ucranianas”.
El fiscal jefe holandés y miembro del equipo que investiga la tragedia, Fred Westerbeke, aseguró en rueda de prensa que el Buk que derribó el avión malasio pertenecía a una unidad militar rusa -la Brigada 53, con base en Kursk (cerca de Ucrania)- que lo trasladó desde allí hasta la zona del conflicto en la región de Donetsk.
“Ningún sistema de misiles de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia ha cruzado nunca la frontera ruso-ucraniana”, resaltó la nota de Defensa.
El departamento también acusó al equipo de investigación “de basar sus conclusiones en imágenes (sacadas) de las redes sociales, y manipuladas con recursos gráficos por ordenador”.
El vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, fue derribado por un misil el 17 de julio de 2014 al sobrevolar el este de Ucrania, un suceso en el que murieron los 298 ocupantes del aparato, en su mayoría pasajeros holandeses. Fuente: EFE