La búsqueda de responsables del escándalo de los motores diésel de Volkswagen se aceleró el miércoles dejando en primera línea al presidente del gigante alemán, Martin Winterkorn, en una posición precaria según medios y analistas.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');(Reuters)
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Winterkorn se reunió por la mañana con el “presidium” de cinco miembros del Consejo de Vigilancia de Volkswagen en la sede del grupo en Wolfsburgo (norte).
Luego de aquella cita, Winterkorn presentó su dimisión. “Volkswagen necesita un nuevo comienzo, también en términos personales. Con mi dimisión dejo el camino libre”, dijo.
El líder mundial de la venta de automóviles reconoció el martes que había instalado en once millones de vehículos diésel de varias de sus marcas un software especialmente diseñado para falsear los datos de los controles de polución.
Las primeras denuncias se hicieron el viernes pasado en Estados Unidos, y desde entonces esta empresa, que emplea a casi 600.000 operarios en todo el mundo, enfrenta un aluvión de demandas judiciales y de investigaciones.
- ¿Situación insostenible? -
Winterkorn, de 68 años, presentó el martes sus “más sinceras disculpas” por “las iregularidades”, que, según afirmó, “contradicen todos los valores” de una empresa que encarnaba las virtudes de precisión de la industria alemana.
El ejecutivo admitió que aún ignoraba las causas de lo acontecido, prometiendo una investigación rápida para elucidarlas.
Pero para muchos accionistas, su posición se había vuelto insostenible.
La canciller Angela Merkel exigió “transparencia total” en las investigaciones y su llamamiento encontró ecos en todos los sectores.
El presidente de la Federación Alemana de Cámaras de Comercio (DIHK), Martin Wansleben, afirmó que el escándalo había asestado un “golpe en el estómago” a la industria germana. Según economistas y analistas, el caso podría incluso repercutir negativamente en el PIB de la primera economía europea.
Fuente: AFP / Agencias