En el video se le ve caminando de espaldas detrás de su hermano, su esposa y sus tres hijos. Todos recorren un túnel, uno de los miles que serpentean el subsuelo de la Franja de Gaza, tres días después del ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamas contra Israel. Se trata de las primeras imágenes -difundidas recién esta semana- de Yahya Sinwar, el cerebro de los atentados y uno de los hombres más importantes de la organización islamista palestina. Es el más buscado por el ejército y el gobierno israelí y de quien aún no se sabe nada.
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Israel afirma que lo tiene cercado y que Sinwar va “de escondite en escondite y ya no es capaz de comunicarse con su entorno”, según ha dicho el ministro de Defensa, Yoav Gallant. Aunque para el gobierno de Benjamin Netanyahu, Sinwar “solo está ocupado en su supervivencia personal”, no hay manera de corroborar qué hace y dónde está el líder de facto de Hamas.
Lo que sí es cierto es que el ejército israelí continúa el asedio implacable en Jan Yunis, al sur de Gaza y ciudad natal de Sinwar, en una guerra que ya se ha cobrado la vida de 29 mil palestinos. El siguiente paso viene siendo Rafah, donde se encuentra el 90% de la población gazatí. Una táctica de arrasar y destruir, mientras en el terreno no han logrado capturar ni a Sinwar ni al resto de la cúpula de Hamas que ideó los ataques, mientras que 130 israelíes continúan secuestrados en la franja.
El carnicero de Jan Yunis
De 62 años, Yahya Sinwar pertenece a la primera generación de Hamas, según recuerda “The New York Times”. El grupo -considerado terrorista por varios países- se fundó durante la primera intifada palestina en los años 80 y entonces Sinwar se dedicó a formar su brazo armado, las Brigadas al-Qassam, que se especializó en lanzar cohetes desde Gaza contra el sur de Israel y enviar suicidas.
También fundó el Majd, el servicio de seguridad de Hamas encargado de investigar y rastrear a agentes israelíes encubiertos o palestinos considerados colaboracionistas. Por su brutalidad hacia ellos se le conoció como “el carnicero de Jan Yunis”.
Sinwar fue arrestado tres veces por el ejército israelí. La última vez ocurrió en 1989, cuando fue condenado a cuatro cadenas perpetuas. Sin embargo, fue liberado en el 2011 como parte de un canje de más de mil presos palestinos por el soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado por la organización. “Querían que la prisión fuera una tumba para nosotros. Un molino para triturar nuestra voluntad, determinación y cuerpo”, dijo después de quedar libre.
En el 2012, Sinwar se convirtió en el representante del ala militar ante la dirección política de Hamas, y empezó a formar lazos importantes con las potencias árabes en la región, pero también con Irán, haciendo uso de un estratégico equilibrismo.
“Sinwar es conocido por ser un pragmático, y fue el que hizo que Hamas se alejara de la posibilidad de volverse como el Estado Islámico. Él afirma que Gaza tiene que convertirse entre un Estado moderno y Hezbolá. Incluso participó en treguas y negociaciones con Israel”, señala a El Comercio Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad del Rosario de Bogotá.
En el 2015 fue incluido en la lista negra de “terroristas internacionales” del Departamento de Estado de EE.UU. y ha recibido sanciones económicas del Reino Unido y de Francia.
Dos años después fue designado jefe del buró político de Hamas en la Franja de Gaza, por detrás de Ismail Haniyah, quien preside la organización desde su exilio en Qatar. Sin embargo, con los años se ha convertido en el hombre más importante del grupo.
“Sinwar reconfiguró Hamas permitiendo a la Franja de Gaza tener mucha más autonomía de la rama política que está en Qatar. Al estar en la misma Gaza fortaleció su relación con la rama militar, y se aprovechó de la lejanía de Haniyah. Por eso, muchos expertos israelíes y estadounidenses afirman que los líderes que están en Qatar no sabían nada de la operación del 7 de octubre”, detalla a este Diario el Dr. Mohamed-Badine El Yattioui, profesor de Estudios Estratégicos en el Colegio de Defensa Nacional de los Emiratos Árabes Unidos.
El laberinto de los túneles
Pero Sinwar no es el único que representa un dolor de cabeza para Israel. También lo es Mohamed al-Masri, también conocido como Mohamed El Deif (o “El Invitado”), quien es el comandante de las Brigadas Al Qassam, y del que tampoco hay rastros. Tanto Sinwar como El Deif son considerados los cerebros detrás de los ataques del 7 de octubre, al igual que Marwan Issa, el segundo de El Deif.
- 724 kms tendría la red de túneles que Hamas ha construido bajo la franja de Gaza, según la inteligencia israelí
- 5.700 entradas separadas conducirían a los túneles.
- 3 millones de dólares habría invertido Hamas en la construcción de los túneles en toda la Franja de Gaza.
- 213 metros tendría la extensión de uno de los túneles construido debajo del hospital Al-Shifa.
“Para Israel ahora los mas importantes son Sinwar y El Deif porque son las figuras más visibles de Hamas. Incluso para algunos sectores de la derecha israelí sería El Deif”, detalla Jaramillo.
Israel no duda que ambos se esconden en la vasta red de túneles construidos bajo la Franja de Gaza, y cuyas entradas -que se calcula en unas 5.700- se ocultan en hospitales, escuelas o instituciones civiles. Por eso la ofensiva terrestre se ha enfocado en acabar con la infraestructura que encuentren a su paso para poder hallarlos y destruirlos. Una tarea que, para muchos expertos, se presume casi imposible pues el laberinto de túneles tendría una extensión de hasta 724 kilómetros, teniendo en cuenta que el punto más largo de Gaza mide apenas 41 kilómetros.
De hecho, algunos de los secuestrados han contado que estuvieron confinados en ellos, que además no son simples pasillos, sino que en muchos casos sirven de búnkeres para almacenar armas y alimentos o incluso transportar vehículos y todo tipo de mercancía de contrabando. Por ello, la tarea para los soldados israelíes se hace más compleja pues no solo se trata de encontrar un túnel y destruirlo, sino también de cerciorarse que en ellos no estén atrapados rehenes.
Pese a su importancia, para El Yattioui el Gobierno Israelí tiene objetivos que van mucho más allá que destruir los túneles. “Obviamente destruirlos permitiría a Israel ganar de manera más rápida la guerra. Pero la realidad es que Israel quiere tener el control militar de la Franja de Gaza para tener todas las cartas en sus manos para la reconfiguración política, que es un tema muy sensible para el futuro”.
“El punto no es que destruyan los túneles -aclara Jaramillo- sino que Hamas tiene una capacidad de adaptación muy grande. Si Israel destruye buena parte de los túneles, seguramente vendrán nuevas generaciones de militantes de Hamas que los van a reconstruir”.
Una captura simbólica
Más allá de los túneles, la gran pregunta es si Hamas finalmente podría ser derrotado si cae alguno de los más buscados, sea Sinwar o El Deif. Para El Yattioui, se trataría de un impacto simbólico fuerte pero que no cambiaría mucho el funcionamiento de Hamas. “El movimiento tiene la capacidad de buscar a otras personas, que no van a tener su experiencia, pero al ser un grupo no estatal, entonces pueden reconfigurarse y adaptarse”, explica.
Jaramillo Jassir señala que la captura de alguno de ellos sería un revés para Hamas, pero que Israel está saliendo más dañado de esta ofensiva militar. “Para semejante despliegue, que no ha logrado dar de baja a nadie de peso en Hamas y ha acabado con la vida de casi 30 mil palestinos, lo que ha conseguido la operación israelí es menos que modesto. Así capturen a Sinwar o El Deif, que podría ser un consuelo ante su población, es imposible para Israel reponerse del golpe moral de esta operación”.
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