La decisión que tomó la Justicia de Botswana de despenalizar la homosexualidad se ha convertido en un hecho histórico para la comunidad LGTB en África, donde las relaciones entre personas del mismo sexo aún se tipifican como delito en más de treinta países.
De hecho, en cuatro países del continente, donde se aplica la sharia o ley islámica, la homosexualidad se castiga incluso con la pena de muerte, y en otros nueve el delito va desde los 10 años de prisión hasta la cadena perpetua.
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A nivel mundial, el panorama no es menos desalentador. Con la aprobación en abril pasado de la condena a muerte por lapidación en el sultanato de Brunéi, son doce países en el mundo (además de ciertas zonas de Nigeria) donde se aplica la pena capital a las personas del mismo sexo.
“Esperamos que esto cree jurisprudencia e influya en las decisiones de los jueces en otros países de África”, ha dicho a EFE la directora ejecutiva de la organización Lesbianas, Gays y Bisexuales de Botswana (LEGABIBO), Anna Chalmers.
Estos son los países, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA, por sus siglas en inglés), donde se penalizan las relaciones homosexuales:
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Puede leer el informe completo de ILGA aquí.
Celebración continental
Activistas y organizaciones de derechos humanos en todo el mundo celebraron la decisión judicial de Botswana y vieron en ella un ejemplo para otros gobiernos del continente.
Para Gunilla Carlsson, directora ejecutiva del Programa de la ONU para el VIH/Sida (ONUSIDA), esta sentencia “debería animar a otros países a revocar leyes injustas que criminalizan las relaciones homosexuales y bloquean el acceso de las personas a servicios básicos, incluidos la sanidad”.
La directora de la organización británica Human Dignity Trust, Téa Braun, destacó, por su parte, que la sentencia “se produce menos de tres semanas después de una decisión profundamente regresiva sobre el mismo tema del Tribunal Superior de Kenia”.
El pasado 24 de mayo, esa corte declaró constitucionales los artículos del Código Penal keniano que penalizan las relaciones homosexuales.
En opinión de Braun, la decisión de la Justicia botswanesa “es legalmente sólida, innovadora y valiente” y supone “un rayo de esperanza para todos aquellos africanos que buscan justicia en sus sistemas legales”.
“Este logro no es solo una prueba de la resiliencia y la perseverancia del movimiento LGTB en Botswana, sino también una fuente de inspiración para todos los movimientos del continente y del mundo”, aseguró la organización OutRight Action International, centrada en los derechos de las personas homosexuales en países en desarrollo.
También Amnistía Internacional (AI) vio en el fallo de hoy un ejemplo y un faro para toda la comunidad LGTB africana.
“La sentencia envía un fuerte mensaje de que nadie debe ser hostigado, discriminado o criminalizado debido a su orientación sexual. Con esta decisión, Botswana ha dicho 'no' a la intolerancia y al odio y 'sí' a la esperanza y la igualdad para todas las personas”, afirmó la directora adjunta de AI para África del Sur, Muleya Mwananyanda. A juicio de Mwananyanda, el dictamen “marca una emocionante nueva era de aceptación, que debería inspirar a otras naciones africanas para seguirla”.