Japón está registrando un incremento sin precedentes de ataques de oso este año y las autoridades advierten de que pueden aumentar los encuentros entre personas y plantígrados en las próximas semanas dado que los animales están recolectando ahora comida de cara a su hibernación.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente nipón, entre abril y septiembre (primera mitad del año fiscal japonés) se registraron 109 personas heridas por osos asiáticos u osos pardos del Ussuri, que habitan exclusivamente en la isla septentrional de Hokkaido.
Se trata de la mayor cifra registrada en los primeros seis meses de un ejercicio desde que el Gobierno empezó a compilar datos en 2007.
La mayoría de encuentros, un 70 %, se produjeron en prefecturas del noreste de Honshu, la isla principal del archipiélago nipón, como Akita, Iwate y Fukushima.
Durante esos seis meses, dos de esos ataques, uno en Iwate y otro en Hokkaido, resultaron mortales y se sospecha de otro caso en Toyama, en el centro de Honshu.
Las autoridades locales creen que la razón detrás de este incremento en el número de encuentros es que, por un lado, el año pasado aumentó el número de cachorros al haber abundancia de nueces y bellotas.
A su vez, el presente año ha visto escasez de este tipo de frutos, lo que empuja a los osos a aventurarse a zonas más cercanas a los hábitats humanos, especialmente en el momento actual, en el que buscan de alimento con más ahínco mientras se preparan para hibernar.
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