“Saludos desde Tailandia”. Una serie de paquetes de regalo empezaron a llegarle a Andrew MacGregor Marshall, periodista escocés que, al abrirlos, vio que contenían una carpeta con la inscripción “un detalle especial para ti”. Era un obsequio extraño, no tenía firma del remitente; y bastó revisar su contenido para confirmar las sospechas: adentro habían fotografías de la fachada de su casa, otras en las que se le veía caminando. Lo estaban vigilando.
Él no fue el único en recibir estos regalos. El activista Phontip Weeden y el periodista Jom Petchapradad también fueron amenazados.
- “Mi cuerpo se consumió por el fuego”: la mujer que prendió una vela tras usar desinfectante de manos
- España: detuvieron a una surfista con coronavirus que incumplía la cuarentena | VIDEO
- Fernández y Piñera saludaron al Perú por los 200 años del histórico desembarco del general José de San Martín
“Tres extranjeros que son críticos del régimen tailandés hemos sido amenazados por personas que vigilaron nuestras casas –tuiteó MacGregor–, nos siguieron y nos mandaron paquetes para intimidarnos”.
Las amenazas, contó el periodista, también alcanzaron a opositores que viven en Los Ángeles, a través de envíos por Fedex. “Cada paquete contenía fotos mostrando que habían sido vigilados en sus casas y seguidos, así como una amenaza en código, una fotografía de la portada del libro ‘Atrápame si puedes’”.
La manera en la que el régimen tailandés trata a sus críticos es motivo de preocupación. Según MacGregor, desde el 2016 desaparecieron diez opositores, cifra que se suma a lo recogido por el diario “Nation Thailand”, que anota que en el 2019 se hallaron a dos activistas muertos.
“Estas amenazas llegan cuando hay una atmósfera de pánico creciente en el palacio, en el ejército y en el gobierno por las crecientes protestas que exigen la reforma de la monarquía y la constitución”, agregó MacGregor.
NO SE METAN CON EL REY
Desde 1908, en Tailandia existe una ley que se conoce como De lesa majestad. Según el artículo 112 del código penal, nadie puede hablar mal (calumniar, insultar o amenazar) de la familia real porque será encarcelado entre 3 y 15 años. Las críticas a la norma son claras: ¿no se trata de algo subjetivo? ¿dónde queda la libertad de expresión?
Hay que tener en cuenta, además, que el rey Maha Vajiralongkorn –también conocido como rey Rama X– lleva una vida exagerada y, por tanto, polémica.
“Tan solo a cuatro años de la muerte de su padre –cuenta ‘The Sydney Morning Herald’–, el rey ha demostrado ser más intervencionista en política, así como ha formado una unidad militar bajo su comando directo y tomado la riqueza del puesto de soberano como su fortuna personal”.
Hoy por hoy, al rey se le puede ver montando bicicleta en Alemania, en donde se refugia tras el estallido del coronavirus. Por supuesto, no está solo. El monarca reservó todo el cuarto piso del Grand Hotel Sonnenbichl, desde donde se pueden ver las montañas de los Alpes. Allí fue donde, hace unos días, recibió a Sineenat Wongvajirapakdi, una de sus concubinas a las que mandó a prisión por “insubordinación y deslealtad” hace diez meses.
Desde entonces, el harén –que además de ser amantes del rey, también conforman un grupo militar de élite para protegerlo– de Vajiralongkorn ha vuelto a estar completo.
LOS TRES DEDOS
Mientras Vajiralongkorn pasa sus vacaciones en una de las ciudades más bellas de Alemania, en Tailandia hay protestas. Grupos de personas, que se identifican con el saludo de los tres dedos (como en la cinta “Los juegos del hambre”), salen a las calles para pedir mejores condiciones de vida, mientras que en redes sociales utilizan el hashtag #whydoweneedaking
El último fin de semana, por ejemplo, cientos estudiantes marcharon en Bangkok para que se hiciera una reforma al sistema educativo, sumándose así al reclamo de los universitarios, quienes piden lo mismo desde julio.
“La educación tailandesa nos vuelve títeres. No somos robots de ningún sistema, somos la juventud y tenemos el derecho a expresarnos”, es el reclamo generalizado.
El gobierno ha respondido desactivando grupos de Facebook en los que se criticaba al rey. Además, algunos activistas fueron arrestados.
Pero quizás la reforma más importante que se quiere lograr tiene que ver con el imperio de la constitución. El portal The Straits Times anota al respecto: “Aunque Tailandia abolió la monarquía absoluta hace más de 80 años, el rey todavía mantiene gran poder”.
El mismo medio anota que, los últimos años, el monarca “ordenó que el gobierno reescribiera las partes de la constitución en las que se hablaba del papel del rey, incluido el procedimiento para nombrar a un regente en su ausencia y si los edictos reales deberían ser refrendados por un ministro de gobierno”.
Esto último es de vital importancia, si se tiene en cuenta lo acontecido el año pasado. Entonces, Europa Press anotó: “El primer ministro tailandés, Prayuth Chan Ocha, y los miembros de su gabinete ha incumplido la Constitución al saltarse la última línea del juramento [...] [Él] y 35 miembros del gabinete juraron lealtad al rey, pero no recitaron la última parte que jura cumplir y hacer cumplir la Constitución”.
“¡Abajo la dictadura, viva la democracia!”, fue uno de los gritos se oyeron en las manifestaciones del mes pasado.
Los manifestantes también desean que aquellos que llegaron al poder a través de golpes de Estado, no puedan permanecer en cargos públicos. Se refieren, por supuesto, a Prayuth Chan Ocha, quien gobierna Tailandia desde el 2014. El general en cuestión, luego de liderar la junta militar por cinco años, convocó a elecciones parlamentarias y fue elegido para el cargo que ya ostentaba.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- California: incendio en El Dorado fue provocado por pirotécnico de una fiesta que revela el sexo de un bebé
- India supera a Brasil y se convierte en el segundo país del mundo con más casos de coronavirus
- China: Periodista australiana fue detenida por razones de “seguridad nacional”
- Quién es Laurene Powell Jobs, la multimillonaria viuda de Steve Jobs que se volvió blanco de los ataques de Trump
- Justicia de Ecuador ratificó 8 años de cárcel para Rafael Correa por corrupción y no podrá participar en las elecciones