Durante semanas, el paso de Rafah, en la frontera con Egipto, se convirtió en la única esperanza de los civiles que pugnan por salir de la franja de Gaza, escenario actual de la guerra entre Israel y la milicia palestina Hamas y de una crisis humanitaria sin precedentes. Casi un mes después del inicio de la escalada, cientos de extranjeros y palestinos con doble nacionalidad cumplieron el anhelo de salir del enclave, un camino que aún esperan seguir miles más.
LEE TAMBIÉN: Israel vs. Hamas: las leyes humanitarias que se están obviando en medio de la guerra
La franja de Gaza, un estrecho territorio donde viven 2,4 millones de personas, enfrenta intensos bombardeos e incursiones terrestres de las fuerzas del país hebreo, que han ido ampliando su ofensiva progresivamente desde que los terroristas de Hamas lanzaron un sanguinario ataque sorpresa contra territorio israelí el 7 de octubre que dejó 1.400 muertos. En contraparte, la ofensiva israelí en Gaza se ha cobrado la vida de casi 8.800 personas, entre ellos 3.648 niños.
Por primera vez desde el inicio de la guerra, el punto fronterizo entre Gaza y Egipcio se abrió el miércoles para permitir la evacuación de 76 heridos y 335 personas con pasaportes extranjeros, muchas de ellas funcionarios de ONG que operan en el territorio.
En el segundo día de apertura, unas 600 personas se juntaron ayer al amanecer en torno al cruce. Un portavoz del lado palestino del cruce dijo que alrededor de 100 personas habían podido salir ayer. Estados Unidos detalló más tarde que entre estos últimos evacuados había 74 ciudadanos estadounidenses y sus miembros de sus familias.
Egipto informó ayer que, en total, ayudará a evacuar a 7.000 personas, de más de 60 países de la Franja de Gaza, aunque no precisó el calendario del plan de salida.
Entre los extranjeros en el enclave hay dos familias peruanas que hacen un total de 7 personas. De ellos, cuatro son de nacionalidad peruana: una niña de 6 años, la chimbotana Feker El Alabi y las hermanas Lucía y Mónica Llerena Vargas, ambas monjas.
El embajador peruano en Egipto, José Guillermo Betancourt, confirmó ayer a El Comercio que el número de peruanos en Gaza no ha variado y que aún no hay novedades sobre su salida del enclave.
“Estamos trabajando para su más pronta evacuación desde Gaza hacia Egipto. Las dos hermanas religiosas han decidido permanecer en Gaza, en un acto muy admirable y de gran abnegación y vocación”, afirmó.
Difícil camino
Lograr la salida de la franja de Gaza no es sencillo. Tras varias falsas alarmas, quienes fueron evacuados tuvieron que encontrar formas de movilizarse hacia la frontera y hacer largas colas.
“Sin combustible, algunos llegaron a pie, otros en carro de burro, arrastrando todo el equipaje que pudieron. Luego, se amontonaron para esperar, el estado de ánimo tenso, si se acercaban hacia el alivio”, dice “The New York Times”.
La presentación y verificación de documentos tampoco fue fácil. Fuentes diplomáticas al tanto del proceso de evacuación explicaro a la agencia Efe que la evacuación pasa por un estricto trámite burocrático que requiere la emisión de salvoconductos, de visados temporales, una alerta que se da en el último momento y la exigencia de que todos aquellos que lleguen a territorio egipcio abandonen el país en un plazo de 72 horas.
Además, existe una larga lista de nombres que determinaban si alguien podía cruzar.
“Con los papeles aprobados hay que aguardar en El Cairo a que las autoridades egipcias den el visto bueno definitivo a la salida del convoy de la ciudad hacia Rafah, que son unas 7 horas de viaje. Tenemos constancia de varios controles en la ruta donde se exigen los documentos aprobados y el visto bueno para la partida de las autoridades”, dijo la fuente a EFE.
Una vez entrados formalmente en territorio egipcio son las misiones diplomáticas las encargadas de solventar la salida de éstas personas del país, para lo que tienen un plazo de 72 horas.
Alivio al salir
Ala Al Husseini, de 61 años, un ciudadano de doble nacionalidad austriaco-palestino que evacuó el miércoles, fue uno de los que expresó su gratitud por haber podido irse.
En Gaza, “sientes que la vida de los seres humanos no tiene tanto valor”, dijo el hombre citado por “The New York Times”.
“Llegar al cruce de Rafah fue el viaje más peligroso de toda mi vida (…) Podrías ser un daño colateral en cualquier momento”, agregó más tarde en comunicación con ese medio.
Hanín Okal, madre palestina con nacionalidad estadounidense que esperaba marcharse junto a sus tres hijos pequeños, dijo a Efe: “No puedo describir nuestra sensación de alivio al ser evacuados sanos y salvos, pero estamos tristes por lo que sucede en Gaza, la guerra sigue, no hay alto el fuego y dejamos a nuestra familia atrás”.
En Gaza “falta comida, agua y electricidad, no hay internet ni lugar seguro y no sabemos cuando todo esto terminará”, agregó.
TE PUEDE INTERESAR
- Ejército de Israel anuncia que cercó por completo la ciudad de Gaza, tras 27 días de bombardeos
- Última hora de la guerra entre Israel y Hamás EN VIVO: noticias de Gaza, ofensiva terrestre, bombardeos, muertos y más
- El condenado a muerte que será el primer recluso en ser ejecutado con gas nitrógeno en Estados Unidos
- El tratado contra los ensayos nucleares del que Rusia se retiró y que Estados Unidos nunca ratificó
- Israel vs. Hamas: las leyes humanitarias que se están obviando en medio de la guerra
Contenido Sugerido
Contenido GEC