Los años sesenta del siglo XX significaron una época de cambios importantes en términos socioculturales, los cuales cayeron como anillo al dedo, ya que dos décadas atrás, la raza humana puso en juego su futuro, ya que la industria de la muerte inspiró a grandes naciones para imponerse como los narradores de nuestra historia.
Sin embargo, los sesenta fueron la génesis de movimientos a favor de la paz, la libertad sexual, el consumo recreativo de drogas y la creatividad artística. Parecía que por fin las personas se tomaron de las manos y entendieron el verdadero valor de vivir juntos.
Mira: El macabro interés que despierta el lugar en el que la “familia” Manson asesinó a Sharon Tate
Estos fueron liderados por grandes mentes que inmortalizaron ideas muy funcionales que se mantienen hasta nuestros días como una forma de vida, pero que en su momento, surgieron como mensajes de resistencia y desacuerdo con la muerte de otros pares alrededor del mundo. Fue la época del ‘Make love, not war’ (Haz el amor, no la guerra) y del ‘Peace and love’ (Paz y amor).
No obstante, como toda época, siempre existe un personaje quien las circunstancias en las que se desarrolló como ser pensante terminó marcando historia, sea para bien o para mal, y no hace falta pararse en esta época y mirar al pasado para citar varios ejemplos.
¿Quién fue Charles Manson?
Charles Manson fue un criminal de carrera en la época, quien dotado con un gran carisma, se hizo famoso en aquel entonces por tener un pequeño grupo de seguidores fundado en alguna parte del desierto de California, Estados Unidos, y al que él mismo bautizó como ‘La Familia’.
Este grupo de seguidores fue fiel creyente de las ideas que predicó Manson, quien estaba convencido de que una “guerra racial” estaba cerca. La idea le surgió luego de escuchar una canción de Los Beatles llamada ‘Helter Skelter’, quizá una de las más difíciles de oír dentro de la rica y amplia discografía de la legendaria agrupación británica.
Sin embargo, ‘La Familia’ de Manson convirtió a la violencia y la muerte en su pasatiempo, y el 9 de agosto de 1969, fueron autores de uno de las masacres más recordadas de los años sesenta, cuando, en un modus operandi que parecía película de terror, asesinaron a cinco personas, entre ellas Sharon Tate, actriz muy famosa por participar en ‘Barrabás’, ‘El ojo del diablo’ y ‘No hagan olas’ en aquel entonces.
¿Cómo coincidieron Tate y Manson?
Para ese entonces, Sharon Tate era una estrella prometedora en Hollywood y estaba felizmente casada con el director de películas Robert Polanski, de quien esperaba un bebé. Tate ya había coincidido con Manson un día el que este fue a su casa en Beverly Hills para buscar a Terry Melcher, quien fue productor musical y anterior inquilino del inmueble.
En febrero de 1969, Manson compuso con su ‘Familia’, un disco musical siguiendo las letras de ‘Helter Skelter’ como mandatos divinos y se encontraba listo para ser producido. Charles, convencido de su obra maestra, ordenó a las mujeres de su secta que arreglaran la casa e hicieran comida para la visita de Melcher; sin embargo, este jamás llegó.
Manson y su grupo se tomó esto como una burla, por lo que el propio líder fue personalmente a hablar con Melcher a su domicilio, pero este ya se había mudado y su lugar ya fue ocupado por Tate y Polanski.
La noche del horror
El 9 de agosto de 1969, y sin haber superado ese episodio, Manson decidió enviar a cuatro de sus secuaces a la antigua casa de Melcher con la orden de “asesinar totalmente a todo el mundo de la manera más horripilante posible”, según se reveló en el juicio.
Esta misión le fue encomendada a Charles ‘Tex’ Watson, su mano derecha, junto a tres de las seis mujeres integrantes de la ‘Familia’, específicamente Patricia Krenwinkel, Susan Atkins y Linda Kasabian.
En Beverly Hills se encontraba Sharon Tate, con un avanzado embarazo, acompañada de Jay Sebring, famoso peluquero; Wojciech Frykowski, guionista y amigo de Polanski; y Abigail Folger, novia de Frykowski y heredera del café Folgers.
Ya en la medianoche, la ‘Familia’ de Manson llegó a la casa donde se encontraban Tate y compañía. Antes de intervenir en el inmueble, asesinaron a un vecino que estaba a punto de huir para luego delatarlos con la Policía. Inmediatamente cortaron la línea telefónica del lugar y lograron entrar por la puerta principal, la cual Kasabian se quedó custodiando.
La primera persona que encontraron dentro fue a Frykowski, quien estaba dormido en el sillón de la sala. Al instante se despertó para ver a Tex apuntándole con un revólver. Más adelante fue atado con una toalla.
Mientras tanto, Atkins decidió inspeccionar la casa para saber dónde estaban los demás. Rápidamente encontró a Folger leyendo un libro y a Tate charlando con Sebring. Al volver a la sala, Atkins le avisa a Tex su descubrimiento, por lo que este dio la orden de capturar al resto.
Inmediatamente, Atkins y Krenwinkel detuvieron a Tate, Sebring y Folger para llevarles a la sala junto con Frykowski. Ahí Tex le dio la orden a los rehenes que se acostaran boca abajo en el suelo; sin embargo, estos les suplicaron que dejaran que Tate se sentase por su embarazo, petición a la que accedieron.
A partir de ahí, Tex comenzó un juego psicológico con los capturados, diciéndoles en voz alta: “Soy el diablo y he venido a hacer lo que hace el diablo” como una metáfora del inevitable fin de sus vidas.
El primero que mostró resistencia a la humillante captura fue Sebring, quien intentó arrebatarle el revólver a Tex sin ningún éxito y con peor suerte, pues Watson le disparó en el torso, haciendo que se desplomara instantáneamente.
Aprovechando que el famoso peluquero estaba herido en el suelo, Tex empezó a darle patadas en la cara hasta dejarlo inconsciente y romperle el tabique, así como una de las cuencas de sus ojos. El rostro le quedó prácticamente desfigurado.
Fue ahí donde Tex le pidió a los rehenes que le entregaran todo su dinero, por lo que Folger le dio 70 dólares. Es ahí cuando Tex le ordenó a Atkins matar a Frykowski.
De alguna manera, el guionista logró soltarse y forcejeó con Atkins al punto de golpearla en la cabeza, situación a la que Tex reaccionó rápidamente propinándole cuatro puñaladas a Frykowski: dos en una pierna y dos en la espalda. En ese momento, Tex le disparó dos veces y lo golpeó con el mango del revólver tan fuerte que alcanzó a dañar el arma, dejándolo agonizante.
Ahí mismo Folger, completamente horrorizada, logró zafarse y salió corriendo despavorida mientras gritaba por ayuda. Tras esto, Krenwinkel corrió para alcanzarla, mientras Tex le aplicó cuatro puñaladas a Sebring, lo que convirtió al peluquero en el primer muerto de la noche.
Repentinamente el mismo Tex fue a buscar a Folger, quien seguía perseguida por Krenwinkel. Este logró alcanzarlas y saltó sobre su próxima víctima, dejándola tirada en el suelo. En ese estado, los dos seguidores de Manson la apuñalaron un total de 28 veces, hasta que yacía en la delgada línea entre la vida y la muerte.
Frykowski, quien seguía con vida, pero agonizante, logró salir de la casa y caminó hasta un poste de luz, mientras pedía ayuda, todo ante la mirada atónita de Kasabian que estaba afuera haciendo guardia.
Ambos tuvieron contacto visual durante algunos segundos, de víctima a victimario, de victimario a víctima. Finalmente el guionista se desplomó ante los pies de Kasabian.
Ahí reapareció Tex, quien no creyó en ese momento que el sujeto al que golpeó y disparó seguía con vida. Fue como ver al mismísimo Rasputín resistiendo el complot que le armó el imperio ruso para acabar con su vida. A pesar de su sorpresa, Tex, quien ya tenía los ojos inyectados de sangre, decidió acabar con la vida de Frykowski de una vez por todas, propinándole 51 puñaladas.
Mientras tanto Abigail Folger, sin conocer la suerte de su amado, logró levantarse de forma casi milagrosa durante algunos segundos para caminar hacia la piscina de la casa, al mismo tiempo que su vida se fue agotando gota por gota. Cerca de llegar a su destino no resistió más y la Parca le ganó el pulso, dejándola sin signos vitales tirada en el suelo.
Restaba una sola persona: Sharon Tate. Ella seguía atada al cadáver de Sebring. Con las fuerzas que pudo reunir, intentó escapar, pero se topó con toda la pandilla, la cual estaba preparada para terminar el trabajo.
Entre Kasabian, Krenwinkel y Atkins sujetaron a la actriz para que no escapara de su fatal destino, el cual llegó en forma de 16 puñaladas por parte de Tex Watson, quien aprovechó la sangre que escurría del cuerpo de la artista para escribir la palabra ‘Pig’ (cerdo en español) en todo su cuerpo.
Finalmente, los seguidores de Charles Manson escaparon de la escena del crimen que puso a la ‘Familia’ en la historia como una de las organizaciones criminales más temidas de Estados Unidos en el siglo XX.
La suerte de Manson y compañía duró unos cuantos meses, puesto que el 8 de diciembre de 1969, el Departamento de Policía de Los Ángeles logró capturar a Charles y su séquito.
Algunos miembros de esta secta, como, Krenwinkel, Atkins, y el propio Manson fueron sentenciados a pena de muerte en el año 1971. Esto fue posible gracias a Linda Kasabian, quien ofreció información importante sobre la ‘Familia’ a cambio de inmunidad. No se sabe nada de ella desde entonces.
A pesar de su sentencia, en 1972 se levantó la ley de pena de muerte en el estado de California, por lo que se les otorgó la cadena perpetua a los condenados.
Charles Manson finalmente falleció en el año 2017 mientras pagaba su condena. Susan Atkins hizo lo propio ocho años antes. Mientras tanto, Tex Watson y Patricia Krenwinkle siguen condenados hasta el día de hoy.
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