“Toda esta historia es completamente cierta. Excepto por las partes que están completamente inventadas”.
Así comienza cada episodio de la tan esperada nueva serie de Netflix Inventing Anna (“Inventando a Anna”), sobre la estafadora Anna Delvey, también conocida como Anna Sorokin.
Esta veinteañera estafó a amigos y bancos por valor de cientos de miles de dólares haciéndose pasar por una rica heredera en el exclusivo circuito nocturno de Nueva York.
Pero eso fue antes de que el peso de la ley cayera sobre ella.
Su historia se conoció por primera vez en las redes sociales en 2018, justo cuando el nuevo gran fichaje de Netflix, la productora Shonda Rhimes, buscaba un proyecto jugoso.
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La gran fuerza creativa que estuvo detrás de series como Grey's Anatomy o Scandal saltó sobre Sorokin y Netflix firmó un acuerdo de derechos con la falsa heredera, entonces en prisión preventiva, por valor de US$320.000.
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¿Cómo de cerca (o lejos) están realidad y ficción?
He aquí un vistazo a algunos de los personajes clave.
La historia está contada a través de los ojos de la periodista Vivian Kent, interpretada por Anna Chlumsky (Veep).
El personaje está vagamente inspirado en Jessica Pressler, que fue redactora en el New York Magazine.
Fue ella quien escribió el primer relato en profundidad de las hazañas de la aspirante a socialité.
Durante la serie, Vivian hace múltiples visitas a Anna en la prisión, tal y como sucedió en la vida real, y desarrolla una obsesión con su historia que se apodera de su vida.
Aunque el presonaje de ficción, Vivian, tiene un pasado accidentado como periodista y está desesperada por encontrar una historia exitosa, Jessica es una reconocida periodista.
Otro de sus artículos se convirtió en la película de Hollywood Hustlers, protagonizada por Jennifer Lopez.
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Cuando el escándalo salió a la luz, Rachel DeLoache Williams era el personaje más destacado, además de la propia Anna.
Era editora de fotografía de Vanity Fair cuando se hicieron amigas y comenzaron a pasear juntas por toda la ciudad.
Con el tiempo, Rachel recibió una factura de US$62.000 por un extravagante viaje de seis noches que hicieron a Marruecos.
En el juicio, contó entre lágrimas que siempre tuvo la impresión de que Anna cubriría todos los costos, y dijo que sufría estrés y ansiedad por la inesperada deuda.
En la serie, Rachel no sale bien parada.
Se la retrata como superficial y egocéntrica.
La verdadera Rachel contó su versión de la historia en un libro, My Friend Anna, que HBO está adaptando para la televisión.
No cooperó con la versión de Netflix y, de hecho, escribió una respuesta mordaz a la serie en la web de Air Mail la semana pasada, acusando a la compañía de hacer de “relaciones públicas para una estafadora”.
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La verdadera Kacy era una fuente anónima en la historia original y se alejó en gran medida de los medios cuando el asunto explotó por primera vez en las redes sociales.
Como entrenadora personal para clientes de alto nivel ha trabajado con innumerables estrellas de Hollywood, incluidas Dakota Johnson, Bruce Willis y Kirsten Dunst.
Anna la contrató por US$300 por sesión durante un período en el que la “heredera” tenía dinero gracias a haber defraudado a un banco.
Kacy no salió muy mal de la experiencia, más allá de contraer una intoxicación alimentaria en el viaje a Marruecos (aunque esto la salvó de la debacle del pago de facturas).
Pero dijo que realmente tuvo que lidiar con la incomodidad de tener sentada a Anna en el vestíbulo de su apartamento, cuando su antigua clienta no tenía adónde ir y las cosas comenzaron a desmoronarse.
En “Inventando a Anna”, Kacy es interpretada por Laverne Cox (de la serie Orange is the New Black) y Kacy parece encantada con la actriz.
“¡Soy una orgullosa gemela! ¡Gracias Reina!”, publicó en Instagram.
Neffatari (Neff) Davis fue la conserje que se hizo amiga de Anna durante su estadía en el lujoso 11 Howard Hotel, donde acumuló enormes facturas.
Cuando la historia se volvió viral, Paper Magazine la llamó la “típica mujer del milenio” en el corazón de la historia.
La pareja pareció reavivar su amistad cuando Anna salió de prisión en 2021, y Neff recientemente ha estado promocionando la serie con publicaciones nostálgicas de Instagram.
“Eres la Thelma para mi Louise. Y aunque no estoy de acuerdo con todas las cosas que hiciste en esta vida, nunca podría darte la espalda y olvidarme de ti”, escribió.
El abogado de Anna, Todd Spodek, recibió mucha atención durante el juicio, ya que usó como estrategia de defensa “finge hasta que lo consigas”.
Abrió y cerró su argumento de defensa con la letra de la canción New York, New York de Frank Sinatra, insistiendo en que su cliente solo estaba tratando de tener éxito en la gran ciudad.
(Este abogado es conocido por su estilo de defensa lírica. Una vez recitó algunas líneas de What's Going On de Marvin Gaye en la apertura de un caso de parricidio).
En la serie, todo indica que decidió defender a Anna por la notoriedad del caso y, efectivamente, ahora es conocido en los medios como “el abogado de la falsa heredera”.
Este apodo se usó recientemente cuando se le vinculó a otro gran caso de Nueva York, representando a un miembro del jurado del proceso contra Ghislaine Maxwell (la exsocia del financiero Jeffrey Epstein que fue declarada culpable de tráfico sexual de menores).
Al igual que Kacy y Neff, Todd fue consultor de la serie “Inventando a Anna”.
Es interpretado por Arian Moayed, que hacía de Stewy en la serie de HBO Succession.
Todd le dijo a la BBC que el actor hizo un trabajo fenomenal.
Pero afirmó que no se hizo cargo del caso sin cobrar, como se da a entender, y que ningún periodista lo ayudó con su trabajo de defensa.
(En la ficción, se hace amigo de Vivian y ella lo ayuda a organizar la información para el juicio).
“No hubo atención de los medios cuando Anna se convirtió en mi cliente”, dijo.
“La atención de los medios vino después. Sin embargo, cada vez que una ‘heredera alemana’ viene a una consulta, sabes que te esperan cosas buenas”.
Anna Sorokin, una ciudadana alemana nacida en Rusia, es interpretada por Julia Garner (Ozark), quien captura hábilmente su acento inusual y su forma directa de hablar.
Anna fue declarada culpable de múltiples cargos relacionados con robo en 2019 y fue sentenciada a entre cuatro y 12 años de prisión.
Cumplió casi cuatro (dos en prisión preventiva) y quedó en libertad en febrero de 2021.
Luego comenzó a aparecer en distintos medios y contrató a un camarógrafo, diciendo que planeaba hacer su propia serie de televisión.
Sin embargo, unas semanas más tarde y poco después de publicar varios mensajes en las redes sociales sobre cómo era ella la que mandaba en Nueva York, fue arrestada nuevamente por quedarse más tiempo que el permitido por su visa.
Permanece en la cárcel mientras espera el resultado de una apelación contra su deportación.
Todd Spodek no representa a Anna en los procedimientos de inmigración, pero dice que no cree que tenga ninguna base legal para quedarse en Estados Unidos.
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