“Usted realmente no quiere hacer esto”, es uno de los lemas de la atracción más aterradora de Estados Unidos. Se acerca Halloween y con ello cientos de planes propios de esta celebración. Fiestas, maratones de películas de terror, festivales y sobre todo las famosas casas embrujadas. Sin embargo, este último plan no siempre es apto para todo mundo, y mucho menos si se habla de la casa McKamey Manor.
Ubicada en la ciudad de Summertown, en el estado de Tennessee, esta “atracción” ha sido catalogada más de una vez como una verdadera “cámara de tortura”. Tanto así, que incluso existe una petición en Change.org que pide al Senado cerrar la casa administrada por el veterano de la Marina, Russ McKamey.
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En su página web promete -y advierte- que esta no es la típica “casita del terror”, sino que por el contrario, es una experiencia totalmente inmersiva en donde usted será el protagonista de una película al mejor estilo de Kubrick y Tarantino.
El mismo dueño promete que sí alguien es capaz de completar el recorrido, esta persona podrá reclamar 20 mil dólares como recompensa. Aún así, nadie ha logrado hacerlo.
Pero, ¿por qué es tan aterradora?, ¿qué tiene de impactante? Pues bien, para comenzar hay que tener en cuenta que antes de entrar, los participantes deben firmar un consentimiento de 40 páginas en el que reconocen que podrían sufrir daños físicos o psicológicos. También tienen que pasar un examen físico que certifique que no haya consumido ningún tipo de sustancia psicoactiva o alcohol antes de entrar y acordar una palabra de seguridad con los guías y el dueño de la mansión.
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Esto ya podría darle una idea de lo dura e intensa que puede llegar a ser la experiencia. No obstante, le podemos asegurar que muchas cosas de las que suceden allí dentro, logran escaparse de su imaginación.
Fluidos, azotes y el riesgo de ser enterrado vivo
La casa McKamey Manor ha tenido una amplia cobertura mediática. Ha sido reseñada por Los Angeles Times y The Guardian, además de haber formado parte de un documental de larga duración, en Netflix, llamado Haunters: The Art of the Scare (Haunters: El arte de asustar).
Gracias a esto, hay cientos de personas en lista de espera para poder entrar. O esto es lo que afirma Russ McKamey en una entrevista con Tyler West, un youtuber intrépido que se dedica a tocar temas de terror. Y no es para menos. Según lo que explica McKamey, las experiencias tienden a ser prácticamente personalizadas.
Antes de ser aceptado, él y su equipo se dedican a hacer una ardua investigación con sus familiares y conocidos, con el fin de conocer sus mayores miedos, fobias y traumas. Estos serán los insumos principales para crear todo un recorrido en donde tendrá que sobrevivir a sus más profundos temores.
Pero, ¿realmente vale la pena? De acuerdo con el medio Nashville Scene, una vez que es aceptado, la “diversión comienza” con un recorrido lleno de obstáculos. Dependiendo de lo que hayan pensado, podrá encontrarse con un lago que alberga algunos caimanes (el cual debe pasar nadando), caminos llenos de abejas, cucarachas, grillos o mosquitos; y además estará expuesto a que le disparen con pistolas de paintball.
Si logra superar esto, llegará a la puerta principal de la casa, en la cual debe leer el documento de 40 páginas en voz alta. Allí acepta que durante su estadía, pueden hacerle cosas como afeitarle la cabeza, quitarle las uñas, hacerle comer insectos o exponerlo a temperaturas extremas.
Y esto no es nada. En sus videos puede ver como muchas veces los participantes son abofeteados, bañados en sangre falsa o drogados. Hay incluso publicaciones en Facebook y YouTube que, a modo de denuncia, aseguran que fueron enterrados vivos y que al decir la palabra de seguridad, realmente se demoraron más de la cuenta al momento de detener la simulación.
Sin embargo, el refugio tiene sus límites. En la entrevista hecha por West, McKamey aseguró que jamás habrá algún tipo de insinuación sexual o temática religiosa de por medio.
El recorrido está pensado para durar máximo 10 horas, pero según lo que cuenta el veterano dueño del lugar, una persona promedio sólo aguanta ocho minutos.
Costos y requisitos
Los requisitos son pocos, pero esto no significa que todo el mundo pueda entrar. En primer lugar, para inscribirse sin un tutor a cargo, el candidato debe tener más de 21 años.
Por otro lado, los asistentes presentan una entrevista vía FaceTime o por teléfono. Allí evalúan la personalidad y si es apto o no para la experiencia. Adicionalmente, pasan por una verificación de antecedentes penales y deben remitir un certificado de su seguro médico. Además, los concursantes tienen que completar una revisión física, hecha por un médico profesional.
En cuanto al costo, lo que McKamey cobra es económico y por una buena causa. Para poder entrar sólo se necesita un bulto de comida para perros. Este será donado a un refugio de animales y también ayudará a mantener a las cinco mascotas del veterano.
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