El lago Erie, uno de los cinco cuerpos de agua dulce que conforman el sistema de los Grandes Lagos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y Canadá, puede no parecer una solución para los problemas actuales en la cadena de suministro de Estados Unidos.
Pero, según el periodista de la BBC Stephen Starr, podría ser exactamente eso: una solución.
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Conectado con el Océano Atlántico a través de un sistema de canales y esclusas, el puerto de Cleveland es uno de varios centros de envío de los Grandes Lagos que actualmente vive un resurgimiento.
El año pasado, la carga total manejada por el puerto aumentó 69% con respecto a 2020.
Y las cifras de tonelaje de abril duplicaron las del mismo mes de 2021.
“Estamos recibiendo muchas más llamadas de personas (transportistas y propietarios de carga) que normalmente no querrían usar un puerto interno más pequeño para mover su carga”, aseguró David Gutheil, director comercial del puerto.
Dado que las principales terminales fluviales a lo largo de las costas este y oeste de EE.UU. luchan contra los retrasos ocasionados por los efectos colaterales de los problemas de la cadena de suministro causados por múltiples factores, desde los confinamientos debido al covid en China hasta la guerra de Rusia en Ucrania, las empresas se están volcando a puertos que fueron ignorados durante mucho tiempo como una forma de mantener el comercio dentro y fuera Estados Unidos.
Las compañías navieras multinacionales fueron las primeras en detectar el potencial de los Grandes Lagos.
En agosto, una compañía naviera holandesa añadió un barco a su ruta Amberes-Cleveland para satisfacer la creciente demanda.
En noviembre del año pasado, un barco viajó de Shanghái a Cleveland, una travesía de cuarenta días que pasó por alto los principales puertos del sur de California, Virginia y Nueva Jersey, para evitar los retrasos que hay en esos lugares.
No son solo empresas de carga internacionales las que están utilizando los puertos de los Grandes Lagos para mover sus mercancías.
En el puerto de Cleveland ahora opera una empresa con sede en Texas que transporta carga desde el Golfo de México hasta el lago Erie, un viaje de 1.600 kilómetros, para enviar sus productos a Europa.
“No cuentan con capacidad para contenedores o embarcaciones allá (en Texas)”, explicó Gutheil.
Si bien los puertos situados en los océanos Atlántico y Pacífico dominan la industria naviera de Estados Unidos en la actualidad, no siempre fue así.
Los puertos de los Grandes Lagos sirvieron en el pasado como una carretera marítima crucial en América del Norte para el transporte de productos agrícolas y minerales como el hierro, el carbón y la piedra caliza durante los siglos XIX y XX.
Sin embargo, la desregulación de las industrias ferroviaria y especialmente la de camiones en 1980, combinada con las relocalizaciones en Asia y otros puntos del planeta, trajeron consigo el declive de los puertos de los Grandes Lagos.
Ubicada a más de 3.500 kilómetros del océano Atlántico y al noroeste de Cleveland, la terminal de Duluth-Superior -la más grande de los Grandes Lagos- tuvo su apogeo en la década de 1950, cuando llegó a mover alrededor de 70 millones de toneladas de mercancías como mineral de hierro y granos.
Eso lo convirtió en el puerto de agua dulce más grande del mundo.
Para 2017, la cantidad de carga que operaba se había reducido a más de la mitad.
Pero hoy, en un momento en que los principales puertos costeros de Estados Unidos luchan por satisfacer la demanda, los Grandes Lagos tienen el potencial de expandir la capacidad de la industria naviera del país.
El puerto de Cleveland, por ejemplo, solo mueve alrededor de 10.000 contenedores al año, pero podría manejar una cifra diez veces superior.
Y Duluth-Superior ha ampliado sus instalaciones para incluir una oficina de aduanas que ahora le permite manejar carga internacional.
Su primer envío al extranjero, 200 contenedores de frijoles en bolsas con destino a Italia, Francia, Alemania y Hungría, zarpó a finales de mayo.
No todo funciona de maravilla en los puertos del norte.
Los informes de escasez de barcos rompehielos obstaculizaron la actividad marítima el invierno pasado, cuando los lagos se congelaron.
Además, durante los meses de invierno, los operadores estadounidenses y canadienses no les hacen mantenimiento a las 15 esclusas del canal que permiten a los barcos moverse entre los Grandes Lagos y el océano Atlántico.
Esto significa que incluso si las secciones del sur de los Grandes Lagos, como los lagos Erie y Ontario, no se congelan en invierno, el paso entre los Grandes Lagos y el Atlántico no sería posible.
“Uno de los principales obstáculos a superar es el problema de las estaciones; los Grandes Lagos no están abiertos los 12 meses (del año)”, explicó Daniel Rust, profesor asociado de gestión de transporte y logística en la Universidad de Wisconsin.
“Los gerentes de la cadena de suministro quieren hacer envíos siempre y de cierta manera, además de contar con una cadena de suministro confiable durante los 12 meses del año”, añadió.
Otro desafío es que las esclusas solo pueden facilitar el paso a embarcaciones que no midan más de 23,8 metros de ancho, lo que significa que muchos barcos no pueden pasar.
El barco Ever Given que bloqueó el canal de Suez durante una semana el año pasado, por ejemplo, mide 59 metros de ancho.
Pero expertos de la industria dicen que estos problemas podrían superarse.
Establecer un servicio de enlace o transporte de embarcaciones más pequeñas cerraría esta brecha, según algunos analistas, y esta es una opción que varios puertos canadienses han tomado recientemente.
En junio de 2021, la empresa canadiense de transporte marítimo Desgagnés lanzó un servicio de enlace que transporta cerca de 300 contenedores entre Hamilton, Ontario, y el puerto de Montreal.
Dado que las disputas laborales posiblemente provoquen retrasos en los puertos de la costa oeste estadounidense, y que la congestión ferroviaria está causando problemas este verano, es posible que los estadounidenses sufran más escasez de suministros en los próximos meses.
Mientras tanto, la gente en los Grandes Lagos asegura estar lista para ayudar.
Como dijo Gutheil: “Si tienes 10 o 20 puertos (...) que mueven tanto como nosotros, entonces se puede comenzar a hablar de que habrá un cambio significativo en el mundo de las cadenas de suministro”.
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