La justicia de Alemania condenó hoy a cadena perpetua a una mujer de 73 años, presunta líder de una secta, después de un juicio insólito sobre el asesinato de un niño hace más de 30 años.
La mujer, cuyo nombre no ha sido divulgado, fue declarada culpable de haber introducido al niño, de 4 años, en un saco de tela y haberlo abandonado en un baño, en agosto de 1988, cuando las temperaturas eran superiores a 30 grados.
- Alexei Navalny se quedará en Alemania para continuar su tratamiento tras ser dado de alta
- Situación “preocupante” en Europa pese a restricciones en vigor para frenar pandemia
- Europa registra 5 millones de casos de coronavirus y más de 227.000 muertes
El niño perdió el conocimiento antes de morir, ahogado en sus vómitos, después de “una lucha implacable contra la muerte”, declaró un portavoz del tribunal a la AFP.
Durante mucho tiempo, su muerte fue considerada un accidente, pero en 2015, la justicia reabrió el caso gracias a testimonios de exmiembros de esta secta.
Según la fiscalía, la mujer actuó de esta manera para reforzar su posición dominante en la comunidad. Según ella, el niño estaba “poseído por el mal”.
Varios testigos en este juicio que duró un año dijeron que la mujer dirigía con mano dura esta comunidad y maltrataba a la víctima y a otros niños.
La acusada recibió sin embargo el apoyo de la madre del pequeño fallecido, que afirmó que la mujer, una exenfermera, se ocupaba con dulzura de los niños. “Es una hermana para mí y una buena amiga”, dijo la madre durante las audiencias.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- ¿Por qué el coronavirus no ha devastado África como se temía al principio de la pandemia?
- Las nuevas restricciones anunciadas en Europa por el repunte del coronavirus antes de volver a las cuarentenas
- Suecia, el país que no impuso cuarentena ni mascarillas, evita el rebrote de coronavirus | FOTOS
- EE.UU. vs China: “Es una mala noticia que nuestros dos principales socios involucren al Perú en sus problemas”
- París y Marsella se levantan contra las nuevas restricciones para frenar el COVID-19 en Francia