Entre Venecia, Bolonia y Verona está Padua, la tierra de Tito Livio y por donde pasaron el Giotto, Donatello, Galilei y San Antonio. También es la tierra de los Bolsonaro, la familia del presidente de Brasil.
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Específicamente, las raíces de Jair Bolsonaro se encuentran en Anguillara Veneta, una comuna pequeña con espíritu de pueblo, y cuyo municipio cuenta su historia a través de un artículo de Wikipedia.
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Según dicha fuente, los primeros moradores de los que se tienen noticia datan de la Edad de Bronce. Ellos convirtieron el terreno pantanoso en un lugar habitable que, tiempo después, se convirtió en el “feudo de la familia Carraresi”.
Luego de idas y venidas, guerras y enfrentamientos, la zona se sumó a la República de Venecia. Aparentemente, Anguillara Veneta jamás despegó, tanto así que, en los tiempos modernos, los habitantes empezaron a migrar.
Entre ellos, estuvo la familia de Jair Bolsonaro.
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EL MOTIVO DE LA DISTINCIÓN
Aprovechando la cumbre del G20 que se desarrolla este fin de semana en Roma, el presidente de Brasil visitará Anguillara Veneta, “de donde su familia emigró hace más de un siglo”. Allí, el municipio de cuatro mil habitantes, lo condecorará este lunes 1 de noviembre con la ciudadanía de honor.
El hecho de que la región, Véneto, sea una de las bases sobre las que se sostiene el partido de ultraderecha Liga no es coincidencia.
AFP escribe al respecto:
“La primera visita de Bolsonaro a Italia, de donde partió su bisabuelo en 1878 según los datos recopilados en 2018 por la AFP, ocurre en un contexto delicado, ya que suele ser fuertemente criticado a nivel internacional por relativizar la propagación del virus y por su política medioambiental”.
En efecto, hace pocos días, el Senado de Brasil pidió que Bolsonaro sea procesado por “crímenes contra la humanidad durante la pandemia”.
Ello en respuesta a que, luego de una investigación de seis meses, se estimó que el gobierno causó “120.000 muertes evitables”.
Pero eso no le molesta a Alessandra Buoso, alcaldesa de Anguillara Veneta, quien liderará la condecoración al mandatario.
“La ciudadanía honoraria tiene como objetivo premiar la acogida que han recibido los migrantes de Anguillara Veneta en Brasil”, declaró. “La iniciativa es para el pueblo que representa y no para él como persona”, agregó la burgomaestre.
LAS FRASES MÁS CRÍTICAS
Tampoco le incomoda la postura de Bolsonaro con respecto a la migración. Habría que recordar que él mandó que Brasil se retirara del Pacto Migratorio de la ONU.
“Quien venga aquí debe estar sujeto a nuestras leyes, reglas y costumbres, así como deberá cantar nuestro himno y respetar nuestra cultura. No cualquiera entra en nuestra casa, ni cualquiera entrará en Brasil vía pacto adoptado por terceros”.
Y no es que él se esforzara por mantener en secreto su postura. Desde que postulaba a la presidencia, siempre tuvo un inconveniente con la migración. Por ejemplo, en campaña dijo:
“No somos contrarios a los inmigrantes, pero para entrar en Brasil hace falta un criterio bastante riguroso. En caso contrario, en lo que dependa de mí, no entrarán”.
“Está siendo insoportable vivir en algunos lugares de Francia y la tendencia es un aumento de la intolerancia. Los que fueron hacía allí, el pueblo los acogió de la mejor manera posible, pero ustedes saben de la historia de esas personas, ellos tienen algo dentro de sí que no abandonan sus raíces y quieren hacer prevalecer su cultura, sus derechos de antes, sus privilegios”.
Bolsonaro se ha olvidado de que, a veces, la migración no es una opción y que, muy probablemente, su familia dejó la pobreza en Italia para hacer un futuro en un nuevo país.
LAS REACCIONES LOCALES
Quienes sí se dieron cuenta de lo extraño que es homenajear a Bolsonaro han sido los miembros de Rise Up4 Climate Justice, un grupo activista por el medioambiente.
Según reporta la BBC, ellos llenaron de excremento la entrada de la municipalidad de Anguillara Veneta y la pintaron con aerosoles.
En redes sociales, el grupo escribió:
“La figura de Bolsonaro representa a la perfección el modelo capitalista, depredador, destructivo y colonialista contra el que estamos luchando [...] Siempre hemos señalado con el dedo a los responsables de la crisis climática y a todas las grandes potencias de la tierra que promover el desarrollo de un modelo que amenaza la vida en nuestro planeta. Ante esto, Bolsonaro encarna al principal enemigo del clima, la vida y los territorios”.
Entre las pintas que se hicieron en las paredes, se destacaron aquellas que decían “Fora Bolsonaro”, en alusión a la frase que se utiliza con frecuencia en las marchas contra el gobernante en Brasil.
La BBC anota que, ante la visita de Bolsonaro, grupos de izquierda han organizado marchas en Roma y “para el día de la ceremonia en Anguillara Veneta, prevista para el lunes”.
Además, “el grupo antifascista más grande de Italia, Anpi (Associazione Nazionale Partigiani d’Italia), está convocando protestas contra Bolsonaro” en el pequeño municipio.
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