Londres. “Es mágico y bastante asombroso”, calificó la duquesa de Sussex al bebé real nacido el lunes, en la primera comparecencia ante los medios del recién nacido, el octavo bisnieto de Isabel II y séptimo en la línea de sucesión al trono británico.
El bebé, que pesó 3,3 kilos y que aún no tiene nombre, es el primer hijo de los duques de Sussex, Harry y Meghan, y el cuarto nieto del príncipe Carlos, heredero de la corona británica.
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“Tengo a los dos mejores chicos del mundo, estoy realmente feliz”, afirmó la duquesa de Sussex desde el gran salón de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
“¡Me pregunto a quién ha salido!”, la interrumpió bromeando el duque de Sussex, de 34 años, que en su juventud fue el miembro más disipado y problemático de la familia real británica antes de sentar cabeza.
“Tiene un temperamento muy dulce, es bastante tranquilo”, agregó la antigua actriz estadounidense, a lo que el duque de Sussex añadió, entre risas, que no sabía de quién sacaba esa tranquilidad.
El príncipe Harry, que intercambiaba miradas con su mujer mientras presentaba al recién nacido a los fotógrafos, resaltó que espera pasar momentos especiales con el niño a medida que crece.
Vestido con un traje gris claro y corbata oscura, Harry apenas retiró un poco el gorrito blanco para dejar entrever el pálido rostro del bebé de dos días, envuelto en una manta del mismo color y que dormía plácidamente.
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Se espera que la reina Isabel II, de 93 años, y su marido, el duque de Edimburgo, vean hoy al nuevo miembro de la familia real.
Los nombres de Alejandro, Jaime y Arturo son los favoritos de las apuestas, pero también Spencer, Felipe, Carlos y Eduardo.
La popular pareja y su niño viven en Frogmore Cottage, su casa ubicada en los terrenos de Windsor (a las afueras de Londres), que en los últimos meses fue sometida a una extensa renovación.
La llegada de otro bebé a la monarquía británica ha generado una gran atención mediática en el Reino Unido y en el mundo entero.
A diferencia de los duques de Cambridge, los de Sussex han decidido no comparecer ante los medios con el bebé en brazos el mismo día del nacimiento, una señal de que han optado por preservar la intimidad y evitar un gran despliegue de cámaras y fotógrafos.
El pequeño, el primer mestizo que nace en el seno de la familia real dado que la madre lo es, figura como séptimo en la línea sucesoria después de su padre, sus tres primos (Jorge, Carlota y Luis), su tío (Guillermo) y su abuelo (el príncipe Carlos).
- Aún sin nombre -
Todo el mundo esperaba que la pareja anunciara el nombre del niño, en un país donde crece la especulación sobre si optarán por rendir de algún modo homenaje a la difunda madre de Harry, fallecida en un trágico accidente de tráfico en París en agosto de 1997, o a las raíces afroamericanas de Meghan que tiene entre sus ancestros a esclavos que trabajaban en las plantaciones de algodón de Georgia.
Pero los fans de la monarquía británica tendrán que seguir esperando para saber cómo se llamará el primer miembro mestizo de la familia real británica.
Tan sonriente como su esposa, el duque de Sussex no se atrevió a decir a quién se parecía el pequeño tras solo dos días de vida y tampoco se desveló la incógnita de que si es tan pelirrojo como su padre al no poderse ver siquiera si nació con cabello.
“Todo el mundo dice que los bebés cambian tanto en las dos primeras semanas, básicamente vamos a estar siguiendo cómo ocurre ese proceso de cambio, durante el próximo mes... Hay muchos cambios todos los días, así que ¿quién sabe?”, dijo Harry.
“Ser padres es increíble, solo han pasado dos día y medio, tres días” desde que empezó el parto. “Estamos muy emocionados de tener nuestro propio paquetito de alegría”, afirmó el príncipe, que muy rápidamente tras su boda con Meghan, en mayo del 2018, había dejado claro su deseo de ser padre cuanto antes.
La joven pareja, que tras el anuncio del embarazo se mudó hace unos meses del londinense Palacio de Kensington a Frogmore Cottage, una casa en el dominio del Castillo de Windsor, afirmó que está disfrutando este “tiempo precioso” con el pequeño.
Para Meghan “han sido un par de días muy especiales”, dijo explicando que de camino al St George's Hall se habían cruzado con el duque de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel II, y que poco después esperaban el momento de poder presentar al pequeño al resto de la familia real.
Este es el octavo bisnieto de la reina Isabel, de 93 años, y su esposo Felipe, de 97 años, y el cuatro nieto del príncipe Carlos, heredero al trono británico.
Carlos, de 70 años, que el martes se encontraba de visita en Alemania, afirmó estar “impaciente” de conocer al bebé “en los próximos días, cuando las cosas se hayan calmado”.
Fuente: EFE / AFP