Dos aviones rusos fueron escoltados por cazas de Reino Unido cerca de territorio británico en el último de una serie de incidentes similares en países europeos.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Ante esta recurrencia, cabe hacerse la pregunta. ¿Cuán fácil es distinguir en el aire un avión ruso?
El ministerio de Defensa británico asegura que los aviones rusos no penetraron el espacio aéreo británico, que se extiende 12 millas náuticas desde la costa, sino que solo llegaron al “área de interés” británica.
La Real Fuerza Aérea (RAF) envió dos cazas Typhoon para interceptarlos. Si la versión del Ministerio de Defensa británico es precisa, volaron a una altura imposible de detectar desde tierra, pero una mujer en Cornwall (suroeste de Inglaterra) asegura que los vio.
Se trataba de aviones Tu-95 MS, también conocidos por la OTAN como “Bear-H”, un bombardero de largo alcance de cuatro motores, equipado con hélices turbopropulsadas y unas alas recortadas hacia atrás que hacen su silueta casi inconfundible.
También es característico del Bear -que entró en servicio en 1956- el poderoso ruido que hace.
Sus hélices de contra rotación giran más rápido que la velocidad del sonido, creando su propio boom sónico, convirtiéndolo en “uno de los aviones de combate más ruidosos jamás construidos”, según Justin Bronk, del Royal United Services Institute.
El Bear, que normalmente lleva seis o siete tripulantes, no es el avión más rápido de la flota rusa, alcanzando velocidades de solo 920 kilómetros por hora. Pero es considerado uno de los más fiables, según Bronk.
Otro bombardero que es posible ver cerca del espacio aéreo británico es el Tu-160, conocido como el Blackjack. Dos de ellos fueron interceptados por cazas Tornado F3 británicos, cerca de la costa escocesa en 2010. A diferencia del Bear, el Blackjack es capaz de alcanzar velocidades supersónicas de hasta 2.200 kilómetros por hora. “Es esencialmente un equivalente del B1B Lancer estadounidense, pero aún más pesado y rápido”, dice Bronk.
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El bombardero estratégico TU-160
También tiene un alcance mayor y puede llevar más misiles con capacidad nuclear. Una versión mejorada del TU-160 realizó su vuelo de debut en noviembre de 2014.
Otro bombardero ruso es el TU-22M3, que también es supersónico y con capacidad nuclear.
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El Tu-22M.
“No es tan grande como el Bear o el Blackjack”, dice Bronk. “Su equivalente occidental más próximo sería el F-111”.
Sus alas desplegables le permiten despegar rápidamente y volar a altitudes muy bajas.
Se cree que Rusia cuenta con más de 100 TU-22M en servicio.
A veces los Bears son escoltados por interceptores supersónicos MiG-31, dice Bronk. Se encuentran entre los aviones de combate más rápidos del mundo, y están equipados con radar que puede detectar objetivos en vuelo y atacar a seis de ellos al mismo tiempo.
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El interceptor MiG 31.
“Aunque son extremadamente rápidos y cuentan con un poderoso radar, son esencialmente una evolución de un diseño muy viejo, el MiG-25, y no tienen comparación con los Typhoons de la RAF en el combate aéreo”.
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El Typhoon británico.
Es probable que el incidente en Cornwall no sea el último. Hubo uno similar en enero cuando dos bombarderos Bear fueron escoltados por cazas de la RAF después de causar lo que el Ministerio de Exteriores llamó una “interrupción en la aviación civil”.
La RAF interceptó aviones rusos en ocho ocasiones en el 2014, y el mismo número de veces en 2013, según cifras del Ministerio de Defensa británico solicitadas de acuerdo con la Ley de Acceso a la Información.
Las redadas de Bear, en la inmediación del espacio aéreo británico eran tan comunes durante la Guerra Fría que a veces se producía una cada semana, según el analista de Defensa Paul Beaver.
Entonces, añade, la intención era poner a prueba el tiempo de reacción de la RAF.
Su frecuencia se redujo en los años finales de la Unión Soviética y paró por completo cuando cayó el Muro de Berlín.
Con Vladimir Putin en el poder han sido retomados.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo que sospechaba que los rusos “están tratando de decir algo”, y Bronk está de acuerdo. “Esencialmente, quieren asustar”.
(*) Esta nota fue modificada el 25 de febrero del 2015.