París. El primer ministro de Francia, Édouard Philippe, anunció hoy la congelación de los precios del gas, la electricidad y de los combustibles como medidas de choque para “apaciguar” las protestas de los llamados “chalecos amarillos”.
En una declaración televisada, Philippe consideró que “ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación”, y adelantó que también se suspende el endurecimiento de la inspección técnica de vehículos, otra de las demandas originales del movimiento.
“Esta cólera, que viene de lejos y durante mucho tiempo ha estado muda, hoy se expresa con fuerza y de forma colectiva. Habría que estar sordo y ciego para no verla y escucharla”, señaló el primer ministro, quien dijo que se abrirá un diálogo nacional para revisar por completo el sistema fiscal francés.
Desde el 17 de noviembre, Francia registra una masiva protesta en todo el territorio contra la suba del precio del carburante organizada por los “chalecos amarillos”.
La protesta desembocó el sábado en violentas manifestaciones en París y otras ciudades con incendios de automóviles, locales comerciales, un peaje en una autopista y la sede de una prefectura.
El lunes la movilización se amplió a los estudiantes secundarios y las organizaciones de agricultores anunciaron que iban a salir a la calle en la próxima semana.
A pesar de la violencia, el 72% de los franceses sigue apoyando a los “chalecos amarillos”, que ampliaron sus reivindicaciones a un aumento de los salarios y las pensiones y una mayor justicia fiscal, según una encuesta realizada por el instituto Harris Interactive.
Cuatro personas han muerto en incidentes relacionados con las protestas. La víctima más reciente es una mujer de 80 años que falleció tras las heridas sufridas por el lanzamiento de una bomba de gas lacrimógeno en Marsella (sureste).
Fuente: EFE / AFP