La líder ultraderechista francesa Marine Le Pen propuso este domingo rebautizar como Reagrupamiento Nacional el partido Frente Nacional, con el fin de renovar su imagen tras ser reelecta presidenta del movimiento por tercera vez.
Le Pen, de 49 años, única candidata a su sucesión, obtuvo el 100% de los votos en una elección sin sorpresa en el congreso del partido en la ciudad de Lille (norte), donde además abolió el título de presidente de honor que hasta ahora tenía su padre y cofundador de la formación en 1972, Jean-Marie Le Pen.
El cambio buscar marcar un nuevo comienzo para el partido y una ruptura decisiva con Jean-Marie Le Pen, que presidió el partido de extrema derecha francés durante 39 años, pero fue excluido a raíz de sus polémicas y reiteradas declaraciones racistas y antisemitas.
“La renovación para la cual ustedes me eligieron, les pido ahora llevarla hasta el final, es la condición de nuestro éxito”, dijo la presidenta del partido al final de su discurso de clausura del 16º congreso de la formación.
El nombre de Reagrupamiento Nacional que propuso Le Pen será sometido a una votación por correspondencia entre sus militantes, y su resultado se conocerá en unas seis semanas.
La actual denominación de Frente Nacional “es para muchos franceses, incluso con muy buena fe, un freno psicológico”, agregó la hija del fundador, al explicar que el nuevo nombre busca “expresar una voluntad de reagrupamiento”.
En un partido como el Frente Nacional, los cambios no se reciben con los brazos abiertos.
Y si éstos se perciben como una forma de negación de su propio pasado, el proceso puede ser doloroso, aunque muchos lo vean necesario y reconozcan que el antiguo Frente Nacional ya había chocado contra su techo de cristal.
“Desde el punto de vista electoral, si queremos unir, era conveniente (el cambio). Pero personalmente, por lealtad, yo voté en contra”, señaló el antiguo militar Thierry Llouberes, dirigente regional del partido en el departamento de Puy de Dôme.
El objetivo de la líder antieuropea y antimigración es que se deje de demonizar el movimiento para hacerlo más apto a integrar alianzas con la derecha clásica y llegar así al poder.
“Sin un cambio de nombre no podremos forjar alianzas. Y sin alianzas nunca podremos tomar el poder”, afirmó Marine Le Pen.
El principio de un cambio de nombre ya fue refrendado por una “corta mayoría” (52%) de los militantes que fueron invitados a pronunciarse sobre el tema en un cuestionario.
Al cambio de nombre se le unió la ruptura definitiva con el patriarca de los Le Pen, Jean-Marie, privado de su cargo como presidente de honor del partido después de que ya hubiese sido excluido como militante.
La guerra abierta que mantienen desde hace años el cofundador del partido y su hija Marine Le Pen se zanjó con la eliminación de la figura de presidente de honor en los nuevos estatutos de la formación.
Hasta ahora, los tribunales habían impedido que el Frente Nacional despojase al patriarca de su estatus honorífico. Fuente: AFP / EFE