El ejército ruso estrecha su cerco en torno a la ciudad de Mariúpol (sur) y en el este, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, denunció este martes “cientos de violaciones” a mujeres, e incluso a niñas, cometidas por los soldados rusos desde el inicio de la invasión.
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“Se han registrado cientos de casos de violación, incluidos los de niñas menores de edad y niños muy pequeños. ¡Incluso un bebé!, aseguró Zelensky en un mensaje ante el Parlamento lituano.
“Solo hablar de ello da miedo”, dijo.
La víspera, funcionarios de la ONU pidieron investigar la violencia contra las mujeres en Ucrania y proteger a los millones de niños desplazados por el conflicto,
“Cada vez oímos hablar más de violaciones y violencia sexual”, dijo Sima Bahous, directora de la agencia de la ONU para la mujer.
Zelensky aseguró que siguen apareciendo “miles y miles de víctimas. Cientos de casos de tortura. Se siguen encontrando cadáveres en alcantarillas y sótanos”.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó este martes de “información falsa” el hallazgo de decenas de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, muertes que las autoridades ucranianas y los países occidentales atribuyen a las fuerzas rusas.
En una visita a Vostochni, en el Extremo Oriente ruso, Putin comparó estas acusaciones a las que se hicieron contra el régimen de Bashar al Asad en Siria por el supuesto uso de armas químicas durante la guerra en aquel país y dijo: “Tenemos la misma falsa información en Bucha”.
- “Con calma” -
El presidente ruso, que se reunió este martes con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, también afirmó que la ofensiva contra Ucrania iba a continuar, “de forma armoniosa, con calma”, hasta “cumplir los objetivos fijados minimizando las pérdidas”.
Respecto al avance de las negociaciones para poner fin al conflicto, Putin consideró que la “falta de coherencia” de los negociadores ucranianos impedía llegar a un acuerdo.
Para Kiev, en cambio, las conversaciones con Moscú eran “extremadamente difíciles”, porque la parte rusa se “aferra a sus tácticas tradicionales de presión pública”, según dijo el martes el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
En el terreno, en la ciudad de Mariúpol, asediada desde hace más de 40 días por el ejército ruso y destruida en gran parte, la situación humanitaria es dramática.
Tomar Mariúpol permitiría a los rusos consolidar sus conquistas territoriales en la franja costera del mar de Azov, uniendo así las regiones del Donbás con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
Pero las fuerzas ucranianas “siguen defendiendo Mariúpol”, aseguró el lunes el ejército ucraniano en Telegram, explicando que seguía en contacto con las unidades que “mantienen heroicamente la ciudad.”
El lunes, Zelensky volvió a pedir a sus aliados extranjeros que le envíen más armas para resistir ante las fuerzas rusas.
El presidente ucraniano también dijo que se tomaba “muy en serio” las amenazas rusas de usar armas químicas en Mariúpol, en referencia a las declaraciones el lunes de Eduard Basurin, portavoz de la autoproclamada república prorrusa de Donetsk (DNR), que habló de su posible uso para expulsar a los combatientes ucranianos que defienden la fábrica de Azovstal, el principal complejo industrial de Mariúpol.
- “Sustancia tóxica” -
El regimiento ucraniano Azov afirmó que un dron ruso había arrojado una “sustancia tóxica” sobre los soldados y los civiles.
Sin embargo Basurin dijo a la agencia Interfax que “las fuerzas de la DNR no utilizaron armas químicas en Mariúpol”.
“Las informaciones sobre el ataque químico no han sido confirmadas por el momento”, dijo en Telegram Petro Andriushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol.
El lunes, Estados Unidos aseguró que tampoco podía confirmar la información.
Por su parte la viceministra de Defensa ucraniana, Ganna Maliar, dijo en televisión que “hay suposiciones de que probablemente se trataba de municiones de fósforo pero las conclusiones oficiales llegarán más tarde”.
En el este, fronterizo con Rusia, Ucrania espera ahora una gran ofensiva, después de que Moscú anunciara que la conquista total del Donbás es su objetivo prioritario.
“Según la información que tenemos, el enemigo casi ha completado sus preparativos para un asalto en el este. El ataque tendrá lugar muy pronto”, advirtió el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Oleksander Motuzianik.
En Washington, un alto funcionario del Pentágono confirmó que las fuerzas rusas se estaban concentrando alrededor del Donbás, cerca de la ciudad de Izum.
- “Momento crucial” -
El cuartel general del ejército ucraniano dijo en Facebook que esperaba que los rusos lancen pronto ofensivas sobre ciudades como Popasna y Kurakhove para “tomar el control de toda la región de Donetsk”, una de las dos provincias de Donbás donde ucranianos y separatistas prorrusos se enfrentan desde 2014.
“La batalla por las regiones de Donetsk y Lugansk es un momento crucial de la guerra”, declaró en Telegram Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente Zelensky.
Por otra parte, la fiscalía ucraniana anunció el martes el hallazgo de seis cadáveres de personas que murieron por disparos de bala en un sótano en el suburbio este de Kiev, en una zona que ocuparon las fuerzas rusas.
Y en la localidad de Severodonetsk, en el este del país, fueron enterrados 400 civiles desde el inicio de la guerra, dijo el gobernador de la provincia de Lugansk, Serguii Gaidai.
Los civiles siguen huyendo de estas regiones para ir a zonas más seguras. Este martes debían partir de Lugansk y Donetsk, seis trenes de evacuación, según la administración local.
Más de 4,6 millones de refugiados ucranianos han huido de su país desde que Putin ordenó la invasión, según el ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. A ellos se suman más de 7 millones de desplazados internos.
Pero más de 870.000 ucranianos regresaron a sus casas desde el inicio de la guerra, entre ellos mujeres y niños, según datos suministrados este martes por los guardias fronterizos ucranianos.
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