La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, coincide con su contrincante en la segunda vuelta de las presidenciales, el actual jefe del Estado Emmanuel Macron, en no querer utilizar el término de genocidio para calificar lo ocurrido hasta ahora en la guerra de Ucrania.
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En una entrevista este jueves al canal de televisión France 2, Le Pen señaló que a su juicio, las matanzas de civiles que se han constatado allí son “crímenes de guerra” para los que ha reclamado desde el inicio del conflicto investigaciones que permitan determinar quienes son “los responsables de esos horrores”.
Insistió en que “el término crimen de guerra está adaptado” a lo que ocurre allí y no el de genocidio, que tiene “una definición extremadamente precisa que no se puede dar en este momento del conflicto”.
Este miércoles, Macron evitó hablar de genocidio en Ucrania, a diferencia de su homólogo estadounidense, Jon Biden, porque le parece que entrar en una escalada verbal no contribuye al objetivo de detener la guerra. Pero hizo hincapié en que el Ejército ruso ha cometido “crímenes de guerra”.
Por otro lado, Le Pen se reafirmó en su voluntad de que la OTAN intente restablecer “los contactos con Rusia” cuando acabe la guerra en Ucrania y se firme un tratado de paz para impedir que Moscú se asocie con China.
“Esas dos súperpotencias -advirtió- juntas constituirían un gran peligro para Europa, un peligro económico, monetario y tal vez militar”.
A la líder de la ultraderecha le están lloviendo en esta campaña los reproches por su posición en el pasado más que comprensiva con la política de Vladímir Putin, a quien visitó en Moscú en marzo de 2017 cuando ya era candidata al Elíseo y salió derrotada de forma apabullante por Macron (33,9 % de los votos frente al 66,1 %).
Ahora las encuestas preludian un margen mucho más ajustado en la segunda vuelta que se celebrará el próximo 24 de abril y tanto el equipo del presidente en ejercicio como otros oponentes de Le Pen tratan de explotar su proximidad pasada con Putin.
Ella ha tratado de desmarcarse insistiendo en que desde el comienzo de la guerra ha condenado la invasión rusa.
Este jueves también defendió el envío de ayuda militar a Ucrania “para defenderse”, aunque el mismo tiempo tuvo que explicar por qué sus eurodiputados habían votado contra ayudas unos días antes de que estallara la guerra.
Lo justificó porque un informe del Tribunal de Cuentas de la UE constataba que Ucrania “era un país profundamente corrompido”. Ahora -añadió- “la situación es bien diferente”.
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