Rusia lanzó una nueva ola de ataques con drones en el centro de la capital, Kyiv, en un nuevo impulso de la campaña de Moscú contra la infraestructura de Ucrania.
Según informó el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko, en el ataque usó los llamados drones kamikaze de fabricación iraní.
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No es la primera vez que Rusia usa estos drones, llamados Shahed-136.
En septiembre el ejército ucraniano informó de varios ataques “devastadores” en la región de Járkiv con estas mismas armas.
Los Shahed-136, que Rusia llama Geranium-2, son sólo una clase de los miles de drones que ambas partes están usando en la guerra para detectar posiciones enemigas, lanzar misiles y disparar directamente la artillería.
Los drones Shahed-136 están operativos desde el 2021 y fueron desarrollados por la empresa estatal iraní HESA.
Fueron diseñados esencialmente para neutralizar objetivos terrestres desde la distancia y su diseño les permite evadir las defensas aéreas.
Antes de ser utilizados por el ejército ruso en Ucrania, se les vio por primera vez desplegados activamente en áreas controladas por los hutiés en Yemen.
Aunque Irán no ha confirmado oficialmente haber enviado los Shahed-136 a Rusia, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, dijo que Moscú había comprado 2.400.
Se les describe como drones “kamikaze” o “suicidas”, pero los expertos afirman que es mejor definirlos como pequeños misiles de crucero.
Forman parte de las llamadas municiones “loitering” o merodeadoras, que vuelan pasivamente sobre el área objetivo y atacan solo cuando encuentran el blanco.
Pero la táctica de ataque de los drones kamikaze, como lo indica su nombre coloquial, es explotar y destruirse sobre el blanco enemigo para causar máximo daño.
Los drones tienen unos 2.500 km de alcance por lo que pueden ejecutar ataques a larga distancia.
Llevan un pequeño motor de hélices en la parte trasera del fuselaje y su aerodinámica emplea el formato de ala delta.
Miden 3,5 metros de largo, una envergadura de 2,5 metros y pesan casi 200 kilogramos.
En el extremo delantero llevan una ojiva explosiva y el sistema de guiado funciona a través de un sensor óptico.
Pero tienen una capacidad destructiva relativamente limitada ya que sólo pueden llevar una carga útil de 50 kilos.
Los drones son lanzados desde plataformas que emplean un sistema de cohetes para impulsarlos en las primeras fases de vuelo.
La plataforma de despegue puede colocarse tanto en vehículos militares como civiles y cada lanzador puede albergar hasta cinco drones a la vez.
“Vuelan bajo y puedes enviarlos en oleadas. Estos enjambres de drones son mucho más difíciles de contrarrestar con defensas aéreas”, le dijo a la BBC el experto militar Justin Crump.
El Shahed-136 también es relativamente barato, con un costo de alrededor de US$20.000.
Justin Bronk, especialista en poder aéreo del Royal United Services Institute (Rusi), un centro de estudios basado en Londres, le dijo al diario The Guardian que los drones “son difíciles de interceptar de forma consistente”.
El experto explica que estos drones tienen una velocidad aerodinámica lenta, comparados con los misiles de crucero, lo que significa que las defensas aéreas siempre tendrán una oportunidad para interceptarlos.
“En última instancia, ofrecen una forma para que Rusia cause más bajas civiles y militares en Ucrania, pero no cambiará el rumbo de la guerra”, indica el analista.
Los equipos de defensa aérea ucranianos alrededor de Kyiv han estado utilizando misiles antiaéreos para intentar derribarlos.
A principios de octubre, las fuerzas armadas de Ucrania dijeron que estaban interceptando el 60% de todos los drones Shahed-136 entrantes.
Ucrania también tiene drones kamikaze, incluido el modelo Switchblade fabricado por Estados Unidos.
Recientemente ha realizado ataques con estos drones contra una base militar rusa en Saky, en el oeste de Crimea, contra una base aérea cerca de Sebastopol y contra barcos rusos en el puerto de Sebastopol.
La doctora Marina Miron, investigadora de estudios de defensa del King's College de Londres, le dijo a la BBC: “Si observas las explosiones en los ataques, son bastante pequeñas”.
“Sospecho que se trata de drones kamikaze caseros, a los que se les han atado explosivos”.
El principal dron militar de Ucrania es el Bayraktar TB2 de fabricación turca. Tiene aproximadamente el tamaño de un avión pequeño, lleva cámaras a bordo y puede armarse con bombas guiadas por láser.
Al comienzo de la guerra, Ucrania tenía una flota de “menos de 50” de estos, dice el doctor Jack Watling del grupo de expertos del Royal United Services Institute.
Rusia también usa el Orlan-10 “más pequeño y básico”, que tiene cámaras y puede transportar bombas pequeñas.
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