Un espía de la agencia británica de inteligencia MI5 usó su estatus para aterrorizar a su pareja antes de mudarse al extranjero y continuar con su trabajo de inteligencia, mientras estaba bajo investigación, reveló una investigación de la BBC.
Un video muestra al hombre amenazando con matar a la mujer y atacándola con un machete.
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El ciudadano extranjero no puede ser nombrado, a pesar de la evidencia de que es una amenaza para las mujeres, después de que el gobierno británico llevó a la BBC a los tribunales para bloquear la publicación.
La evidencia muestra que es un extremista de derecha con un pasado violento.
En una batalla legal sin precedentes, la BBC argumentó que las mujeres tenían derecho a conocer su identidad y que protegería a las posibles víctimas de cualquier daño.
Y resistió con éxito el intento del gobierno de Reino Unido de detener la publicación de una amplia investigación.
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Beth, de nacionalidad británica, conoció al agente X en un sitio de citas. La pareja se fue a vivir a Reino Unido.
Al principio, explica, él era “encantador”. Parecían tener mucho en común.
Pero con el tiempo, se reveló como un misógino y extremista, obsesionado con la violencia y la crueldad. Beth (no es su nombre real) dice que la agredió sexualmente y que también fue abusivo y coercitivo.
Afirma que el agente usó su puesto en los servicios de seguridad británicos para aterrorizarla.
“Él tenía el control total. Yo era una sombra de lo que soy ahora”, dice Beth.
A medida que la relación se volvió más abusiva, la salud mental de la mujer se deterioró.
“Al final de la relación, me dictaba qué hacer cada hora del día: a dónde iba, a quién veía, cómo trabajaba, qué hacía en el trabajo, qué vestía”.
La hizo “sentirse absolutamente inútil” y usó “el hecho de que tenía problemas de salud mental para intimidarme y hacerme sentir más vulnerable”.
Reunió armas y la hizo ver videos terroristas de ejecuciones y asesinatos, asegura.
“Había tanto terror psicológico hacia mí que finalmente culminó en una crisis nerviosa, porque tenía mucho miedo de todo, por cómo me había hecho pensar, la gente con la que estaba involucrado y la gente para quien trabajaba”.
Beth dice que X le dijo que trabajaba como informante pagado para los servicios de seguridad británicos, un agente o fuente de inteligencia humana encubierta (conocidos formalmente como CHIS, por sus siglas en inglés), infiltrándose en redes extremistas.
Ella estaba al tanto de que estaba teniendo reuniones con sus superiores, recibiendo dinero y equipo.
Al principio, explicó, él le ocultó su verdadero nombre. Nuestra investigación ha establecido que X pasó varios años trabajando como CHIS para el MI5, usando varios alias.
El servicio de seguridad dirige agentes en redes terroristas, informantes que trabajan en secreto con sus controladores, oficiales del MI5. De manera controvertida, autorizan a sus agentes a cometer delitos como parte de su labor, pero solo para acceder a información de inteligencia vital, detener delitos más graves o garantizar la seguridad de un agente.
Pero esto no se aplica para su vida privada.
Beth dice que él le dijo que no podría denunciar su comportamiento debido a su estatus.
“Significaba que no podía hablar sobre su comportamiento hacia mí, sobre la violencia por la que pasé, sexual o física, porque tenía hombres en lugares poderosos que siempre lo respaldaban, que intervendrían y me matarían si hablaba”.
Al X se le pagó para informar sobre redes de extremistas de derecha, pero la evidencia que la BBC tuvo muestra que era genuina su propia visión de las cosas.
Beth dice que admiraba a varios asesinos supremacistas blancos y declaró su intención de cometer actos similares.
En casa, su violencia estaba dirigida hacia Beth. En un video, se ve al agente atacándola con un machete.
El incidente fue filmado por Beth con su celular. En el momento previo al ataque, se la escucha expresar su miedo por ser asesinada y decir que el trato que él le daba era inaceptable.
Pero él le dijo que la mataría, salió de la habitación y regresó sosteniendo un machete, que luego levantó por encima de su cabeza.
Cuando se escucha a ella decirle que la grabación podría ser entregada a la policía, X lanzó un ataque con el arma y los puños. El video se corta en medio de sus gritos.
Beth se las arregló para enfrentarlo, pero él trató de atacarla de nuevo horas más tarde con un cuchillo, en un intento por cortarle la garganta. La mujer asegura que le mordió la mano para detenerlo.
La policía visitó su casa después del ataque, pero nuestra investigación ha descubierto serios problemas con la respuesta de las autoridades.
El hombre fue arrestado, acusado de agredir a Beth y compareció ante el tribunal. Sin embargo, mientras estaba en la corte, el Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) abandonó el caso.
Beth dice que X regresó a la casa y continuó maltratándola.
La policía no tomó una declaración completa de Beth ni obtuvo el video de su ataque. El CPS suspendió rápidamente el enjuiciamiento.
La fuerza policial involucrada y el CPS insisten en que el caso fue desestimado por falta de pruebas.
Después de regresar a casa, Beth dice que X afirmó que los servicios de seguridad lo apoyarían y que ella “no era nada”.
Otro video, filmado de forma encubierta por Beth, capturó una discusión en la que el hombre sugirió que la podrían matar por hacer demasiadas preguntas.
En la grabación, Beth pregunta si será él quien la mate. Su respuesta hace notar que para él casi había hecho eso exactamente durante un episodio violento anterior.
Descansando relajadamente en un sofá, continúa: “Está constantemente en mí. Esta cosa asesina siempre está en mí... Siempre imagino cómo golpeo a alguien hasta la muerte... Siempre he sido yo... Lo he sido desde que tenía como seis años... Soy demasiado agresivo, lo sé yo mismo”.
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La pareja no permanecería junta por mucho más tiempo: X echó a Beth de su propiedad y desapareció mientras se llevaba a cabo otra investigación en su contra.
Durante un registro de la casa después del ataque con machete, los agentes de la policía local habían descubierto material extremista, incluida la parafernalia nazi personal del hombre.
La BBC revisó un registro policial que muestra la evidencia encontrada por los agentes, como un diario privado en el que él había escrito sobre matar “judíos”. También había escrito sobre matar a Beth.
Los policías locales llamaron a los detectives antiterroristas, quienes a su vez confiscaron varios artículos. Se produjo una investigación por terrorismo contra el agente, pero él abandonó Reino Unido mientras estaba la indagatoria en curso.
A las pocas semanas de su partida, Beth tuvo un colapso mental y fue hospitalizada.
Mientras estaba internada, un hombre que no se identificó devolvió a un miembro de su familia artículos suyos que también habían sido incautados por agentes antiterroristas. El pariente asumió que el hombre era alguien relacionado con X. Ni Beth ni su familia sabían de la investigación por terrorismo.
La visita perturbó a la familia, preocupada por cómo el extraño sabía la dirección y tenía las posesiones de Beth.
El visitante era un oficial del MI5. El material incautado por una investigación policial, bajo una orden policial, había sido entregado a esa agencia.
El movimiento altamente inusual es consistente con la interferencia en un proceso penal por parte del servicio de seguridad. Los propios artículos del agente también fueron entregados por la policía al MI5.
La policía antiterrorista dice que no se identificó ningún delito durante sus investigaciones, pero se disculpó por el hecho de que las posesiones de Beth no le fueron entregadas directamente.
Después de su alta del hospital, Beth se quejó ante la policía local y preguntó por qué se abandonó el caso, por qué se llevaron sus cosas y por qué un extraño las devolvió.
La policía tardó un año en entrevistarla, pero desde entonces ha afirmado que no queda nada por hacer, ya que todo se había investigado previamente. No fue así.
Durante el curso de un proceso contra la policía, Beth fue informada que la fuerza no tenía información sobre la incautación de sus posesiones, pero que podía ver en “notas” que algunas cosas habían sido tomadas y devueltas a X.
La policía dijo que no incautó objetos como parte de su propia investigación, y “no pudieron informar cuándo o por qué se tomaron”.
Esto no era cierto, ya que la fuerza policial en cuestión era responsable de haber llamado a los agentes antiterroristas.
La afirmación de la policía de que las posesiones habían sido devueltas al agente tampoco era cierta: el material había sido entregado al MI5.
La BBC ha determinado que, después de que el agente desapareció, se mudó al extranjero y comenzó a trabajar para una agencia de inteligencia extranjera.
También que tiene un historial de terribles abusos en ese país, con su comportamiento extremista y violento mucho antes de que se convirtiera en agente del MI5.
Localizamos y hablamos con una expareja del hombre en el mismo país extranjero. Su relato de su comportamiento es tan alarmante como el que ofrece Beth. Las dos mujeres nunca se conocieron ni se comunicaron.
Ruth, no es su nombre real, dice que el hombre parecía normal al principio, pero finalmente comenzó a abusar de ella y aterrorizarla.
También amenazó su vida y la de su hija.
“Dijo que sería capaz de matarnos a mí y a mi hija también, y luego poner nuestros cuerpos en algún lugar y que nadie sabría nunca quién era él”.
Temiendo por su seguridad, buscó ayuda en una organización médica y fue llevada a un refugio. El trauma la había dejado incapaz incluso de hablar en ese momento, y fue ingresada en el hospital.
“Estaba psicológicamente quebrada, realmente rota”, dice.
“Me preguntaba por qué cambió tanto, pero una vez me dijo que esa es su verdadera cara y que había estado actuando todo el tiempo anterior”.
La BBC localizó a un profesional que había ayudado a cuidar a Ruth. Él corroboró su relato y describió los eventos como quizás los más inquietantes de los que jamás haya sabido.
Recordó un cuaderno en el que el hombre había plasmado su deseo de matar. Ruth describió por separado el mismo documento, diciendo que contenía fantasías que involucraban “sangre, huesos, carne, carne humana, comer carne de niños”.
Y amenazó con matar y abusar sexualmente de las niñas que conocía Ruth. Más tarde haría las mismas amenazas a Beth.
La policía de ese país se enteró de eso y de la amenaza que representaba.
En un eco inquietante de la forma en que más tarde abusó de su conexión MI5, el agente había utilizado el brazo de una organización criminal a la que estaba vinculado para aterrorizar a Ruth, diciéndole que sus miembros podrían matarla.
Finalmente desapareció, dejándola sola con sus deudas financieras.
Descubrimos que posteriormente pasó varios años en Reino Unido usando el nombre de ella, como una forma de ocultar su verdadera identidad, mientras estaba a sueldo del MI5.
“Creo que no es justo y estoy furiosa”, dice Ruth. “Estoy muy dolida. Me siento engañada. No se puede tener confianza. No hay justicia”.
La investigación de la BBC encontró evidencia independiente de ambas mujeres que corrobora sus descripciones del hombre.
Hay escritos en los que él se jacta de explotar sexualmente a las mujeres, usando un lenguaje que es demasiado ofensivo para exponerlo.
En otros papeles, expresó su satisfacción por la violación y asesinato de una joven.
Se unió abiertamente a un sitio de citas en su búsqueda de mujeres británicas, bajo un alias que usaba para su trabajo en el MI5. Beth dice que él había dicho que la búsqueda en línea de mujeres era con el fin de explotarlas.
Dado que la BBC pudo establecer que el hombre tenía un historial de violencia y abuso, el M15 debería, de manera similar, haber estado al tanto.
El año pasado, un oficial de policía en servicio en Londres aprovechó su posición para coaccionar, violar y asesinar a una mujer, Sarah Everard.
Hubo una preocupación pública abrumadora, también expresada por los ministros del gobierno británico, sobre cómo pudo ocurrir tal tragedia, así como sobre la respuesta general del Estado a la violencia contra las mujeres y las niñas.
Se anunció una investigación sobre su muerte, y el Ministerio del Interior esperaba que “arrojara luz sobre las fallas que permitieron que un oficial de policía en servicio abusara de su poder de una manera tan horrible y haga recomendaciones para el cambio dentro de la policía”.
Las señales de advertencia que muestra el agente del MI5 son claras. Las dos mujeres que entrevistamos creen que es capaz de asesinar.
Pero, cuando la BBC presentó sus hallazgos al gobierno, la contraparte llevó a la BBC al Tribunal Superior, tratando de evitar que la historia se hiciera pública.
El tribunal impidió legalmente nombrar al hombre, debido a un aparente riesgo para él que representaban otros extremistas.
El gobierno dijo que “no comentará sobre seguridad o inteligencia”, pero la orden judicial “tiene como objetivo proteger la seguridad nacional y evitar un riesgo real e inmediato para la vida, la seguridad y la privacidad”.
Sin embargo, la BBC quería identificar al hombre para que las mujeres con las que ya está en contacto, o aquellas que lo conozcan en el futuro, puedan ser advertidas.
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