Los bomberos británicos son acusados de racismo y sexismo

De las “bromas” racistas a las simulaciones de violaciones, los cuerpos de bomberos ingleses fueron acusados de racismo, sexismo y homofobia en un informe publicado una semana después de que se hicieran acusaciones similares contra la policía de Londres.

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El informe, publicado el jueves por la noche, analizó los 44 cuerpos de bomberos de Inglaterra y documentó lenguaje y comportamientos sexistas, racistas y homófobos, bajo el pretexto de “bromas”, en 11 de ellos.

Roy Wilsher, autor del informe, se declaró “conmocionado y horrorizado” por los resultados. Calificó el sector de “club de chicos” y afirmó que los bomberos “deben entrar en el siglo XXI”.

El informe detalla cómo se profirieron insultos racistas “en broma”, cómo llegaron ataques homófobos a la taquilla de un bombero y hasta qué punto las mujeres se sienten incómodas en las distintas brigadas.

Entre otras cuestiones, se registra el caso de un bombero que denunció comentarios racistas y vio sus acusaciones cuestionadas por sus superiores, que le amenazaron con “hacerle la vida imposible”.

Tres bomberos también le dijeron a una compañera que “iban a violarla” antes de fingir en broma una violación en grupo.

“Nuestras conclusiones ponen de manifiesto un acoso y una intimidación profundamente preocupantes en los servicios de bomberos de todo el país, y me temo que esto es sólo la punta del iceberg”, afirmó Wilsher.

Según los testimonios, estos comportamientos continúan y no se denuncian por “miedo al ostracismo”.

El informe sobre los bomberos se publica diez días después de que otra investigación revelara que la policía londinense es “institucionalmente” racista, misógina y homófoba.

La Metropolitan Police -popularmente conocida como Scotland Yard, el mayor cuerpo del país con más de 43.000 agentes y otro personal- está sumida en una serie de escándalos y delitos sexuales que alimentan una grave crisis de confianza.