Bargo [AFP]. Una terrible ola de calor favorece la propagación de los incendios que asolan Australia y los focos fuera de control que rodean Sídney se han avivado a causa de estas condiciones “catastróficas”.
“Respecto al frente de los incendios prevemos condiciones muy difíciles”, advirtió la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
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“Como saben, las condiciones son catastróficas, lo que significa que cualquier incendio activo puede volverse muy peligroso rápidamente”, añadió.
Sídney, la ciudad más grande del estado y del país con 5,2 millones de habitantes, está envuelta en el humo de los incendios que arden al norte, al sur y al oeste. Algunos a tan sólo unos 130 km de la ciudad.
Las temperaturas podrían subir a 47 °C en algunas zonas de Nueva Gales del Sur. En Sídney, en la costa, serán más bajas, alrededor de 37° C, y al final del día refrescará.
Los habitantes de la pequeña ciudad de Bargo, a unos 100 km al sureste, fueron evacuados debido al avance de un incendio que ya devoró 185.000 hectáreas el jueves.
“Es horrible, es desalentador conducir en la región. Nos sentimos bastante aislados con las carreteras cortadas. Nuestros familiares no pueden venir a vernos”, explica Corey Cartes, un habitante de esta ciudad de unos 4.000 habitantes.
Cartes recibió la orden de abandonar la región hace dos días, pero se quedó para tratar de proteger su propiedad. El fuego se acercó mucho y quemó casi todo el cierre.
“Todos ofrecen ayuda, pero no hay nada que podamos hacer, solo permanecer lejos del peligro y esperar que los bomberos puedan hacer su trabajo”, añade.
Al menos 3 millones de hectáreas han ardido en todo el país durante los últimos meses en incendios que causaron la muerte de 10 personas y destruyeron más de 800 casas.