“Mamá, me muero”, gritaba desesperada la pequeña Gisele luego de haber sido apuñalada cinco veces para robarle el celular. A los delincuentes no les importó que se trataba de una niña de 13 años que iba corriendo a la estación del tren para ir a la escuela en Argentina.
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Cerca de las 6:45 a.m. del pasado miércoles, la menor salió de su casa junto a su madre, en el barrio Villa Argentina, de la provincia Florencio Varela, con dirección a la estación del tren del mismo nombre, detalla el Clarin.
La zona por donde normalmente transitan las personas para tomar el transporte público tiene muy poca iluminación y los malhechores aprovecharon esa situación para atacar a sus víctimas, en este caso, una indefensa estudiante.
Recibió cinco puñaladas
“Ella toma el tren para ir a la escuela Técnica Número 2. Salimos 6:45 de nuestra casa. Cuando íbamos caminando ella se fue corriendo algunos metros adelante mío, dobló en la esquina y ahí escuché los gritos”, indicó Daisy Castillo, madre de la menor durante una entrevista con un medio local.
Lo siguiente que escuchó la mujer fueron los gritos desesperados de su hija que pedía auxilio. Corrió desesperada y la encontró en el suelo sangrando. “Me decía: ‘mamá, me muero’”, contó la madre, antes de desplomarse.
“Solo la escuché gritar y pedir ayuda. Después nos ayudó un vecino”, continuó Castillo.
Gisele fue llevada de inmediato al hospital más cercano donde los médicos pudieron atenderla para evitar un fatal desenlace. “La atendieron, le suturaron la cara, las rodillas. Tiene cortes por todos lados”, se lamentó la mujer.
La pequeña recibió puñaladas en la cara, las rodillas y el abdomen. 5 cortes profundos, en total. De acuerdo con su relato, los ladrones eran jóvenes y la atacaron con una cuchilla muy grande.
Ese mismo día la menor pudo volver a su casa y le recomendaron guardar reposo al menos por unos días; sin embargo, con heridas y todo, Gisele quiere volver cuanto antes a la escuela para rendir los exámenes.
“Mi niña está siempre preocupada de su tarea, nunca falta. Ahora ya preguntaba por la tarea. Pero tengo que llevarla otra vez por el mismo camino, ¿cómo hago?”, reclamaba preocupada Castillo.
“No tenemos seguridad”
Esta no es la primera vez que Gisele es víctima de la delincuencia. Tan solo unos días antes de ser apuñalada, intentaron robarle mientras estaba con un grupo de amigas.
“Pedimos más seguridad. No hay respuesta, no hay policía. Tengo otro chiquito de dos años. Si me matan en el camino, ¿cómo sabe que me pasó algo?. Ya no podemos vivir así, tengo mucho miedo. No dormí nada, no sé donde puedo ir”, contó desesperada Castillo.
“Queremos más patrullaje. Esta calle es de tierra. Según la Municipalidad, está asfaltada. No tenemos nada. Nosotros colocamos las luces”, cuenta Rubén, padre de Gisele.
Los vecinos de la zona señalaron que la propia policía aseguró no poder llegar a resguardar el barrio, porque las patrullas no pueden entrar al barrio por el mal estado de las calles, todas rotas y poceadas.
“Pedimos un camino seguro para que puedan llegar al colegio nuestros chicos. Eso solo”, agregó Castillo.
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