La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, reconoce que actuó “tarde” en el escándalo de corrupción que sacude a su hijo, provocando una mala “percepción” que se esfuerza por cambiar con medidas anticorrupción, en una entrevista publicada este jueves por el diario español El País.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El hijo mayor de la mandataria, Sebastián Dávalos Bachelet, y su esposa Natalia Compagnon están siendo investigados por el presunto uso de información privilegiada y tráfico de influencias tras la compra de terrenos que luego se vendieron a mayor precio.
El escándalo, llamado “caso Caval” provocó la renuncia de Dávalos Bachelet a su cargo en la presidencia y una fuerte caída en la popularidad de su madre.
Bachelet, que permaneció de vacaciones cuando estalló el caso, afirma arrepentirse de cómo lo gestionó.
“No tuve la dimensión en su momento de lo que estaba pasando por falta de información. Si la hubiera tenido me hubiera vuelto de inmediato. Pero lamentablemente la información que me llegó fue mala, escasa”, se defiende.
“El hecho de haber llegado tarde ya había generado una percepción en la ciudadanía. Y eso ya está instalado”, afirma, negándose a comparar su situación con la de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con serios problemas de imagen debido a la corrupción.
No obstante, Bachelet afirma que “como madre hice todo lo que tenía que hacer y como presidenta acepté la renuncia de mi hijo y además he tomado todas las medidas. (...). La Fiscalía determinará, yo como presidenta he tomado todas las medidas”.
Respecto a la crisis de confianza que el caso ha provocado, la presidenta admite que “para la gente fue muy fuerte que fuera mi familia. Yo eso lo entiendo”.
“Hay un desencanto con las instituciones y las personas, incluida yo naturalmente”, dice la presidenta.
“Vamos a trabajar para reconstruir la confianza, pero no por mí, sino por el país”, afirma. “Pretendo demostrar a la gente que puede confiar en mí porque voy a cumplir”, concluye.
OTRO ESCÁNDALOBachelet enfrenta también otro escándalo de financiamiento ilegal de campañas políticas que involucra a dos de los grupos económicos más importantes del país: el grupo Penta y la minera Soquimich.
“Aquí el problema fundamental es el dinero, los negocios y la política. Ya antes de estos casos nosotros mandamos un proyecto de financiamiento público de la política”, dice, afirmando desconocer quién puso dinero en su campaña: “No, no tengo idea”.
Por ley, “ningún candidato sabe cuando hay empresas que lo financian. Pero nosotros decimos que no es suficiente, hay que prohibir que las empresas entreguen aportes”, agrega.
Bachelet ha emprendido varias medidas en un intento de acallar las críticas a su gobierno: el 7 de mayo anunció sorpresivamente haber pedido la renuncia a todo su gabinete y en abril había cambiado el eje de la agenda política anunciando debates para promulgar una nueva Constitución que acabe con la legada por Augusto Pinochet.
En Chile, hay “un cuestionamiento de las instituciones políticas que viene de muy atrás, como médico diría que es una enfermedad crónica reagudizada”, afirma.
Fuente: AFP / EFE