Santiago. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo la noche del miércoles que pidió la renuncia a todo su gabinete y que se tomará un plazo máximo de 72 horas para rearmar su equipo de gobierno, en momentos en que el país atraviesa por una crisis de confianza.
El cambio de gabinete ocurre en momentos que el apoyo a la mandataria ha caído con fuerza, y el rechazo ha crecido por el descontento de la ciudadanía ante una serie de escándalos de desvíos de dinero de empresas a campañas políticas que ha salpicado incluso a funcionarios de su Gobierno.
“Se les ha informado (a los ministros) que tienen que poner sus cargos a disposición”, agregó en el programa de televisión “¿Qué le pasa a Chile?”, conducido por el popular animador Don Francisco.
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La mandataria, quien había dicho antes que los cambios de gabinete no se anunciaban sino que se hacían, admitió que había aplazado el anuncio debido a algunas catástrofes que han golpeado el norte y sur del país en las últimas semanas.
“Por qué no lo hice antes, porque estamos pasando desde hace un par de meses situaciones súper duras. (Aluviones en la región de) Atacama, ahora (la erupción del volcán) Calbuco. No he tenido tiempo tampoco yo de sentarme a pensar con quién, qué cambios”, dijo Bachelet.
El inesperado anuncio de Bachelet fue aplaudido de manera transversal entre los partidos políticos.
“Era una noticia que se esperaba hace rato. Lo que ha hecho la presidenta es lo correcto. Era necesario dar señales de liderazgo. Yo creo que la presidenta ha actuado como le corresponde. Ahora a esperar cuáles van a ser sus decisiones finales”, dijo Cristián Monckeberg, presidente del partido opositor Renovación Nacional.
Movimiento de piezas
Pese a que Bachelet pidió la renuncia a todos sus ministros, se espera que algunos sean confirmados.
El titular de Hacienda, Alberto Arenas, se mantendría en su cargo como ha sido la tradición de los últimos cinco gobiernos, en que el despacho de Finanzas no era removido. Igual suerte correría el canciller Heraldo Muñoz, quien se encuentra en la Corte Internacional de Justicia de La Haya dirigiendo la defensa chilena ante la demanda marítima de Bolivia.
Así, es más probable que la mandataria mueva las piezas en las áreas más políticas de su gabinete, como los ministerios del Interior, Secretaria General de la Presidencia o el portavoz de Gobierno, a los que se sumarían carteras más técnicas con mala evaluación.
“La presidenta lo que tiene por delante son dos desafíos grandes: uno es implementar el compromiso que asumió con todos los chilenos en materia de cambio social y de reformas (...) Y lo segundo tiene que ver con el desafío actual de la crisis que estamos viviendo”, dijo Jorge Pizarro, líder del partido oficialista Democracia Cristiana.
El cambio de gabinete se conoció horas después de que un sondeo confirmó que el apoyo a la presidenta siguió en su mínimo histórico en abril aunque la desaprobación aumentó en tres puntos, cuando siguen pesando sobre el Gobierno los escándalos que involucran a políticos y al hijo de la mandataria.
La encuestadora GFK Adimark destacó una serie de investigaciones sobre irregularidades financieras y manejos políticos que han erosionado desde marzo la aprobación de la gobernante socialista para llegar a un histórico 31%, mientras que el rechazo ha subido a un 64%.
Entre los escándalos que han afectado la gestión de Bachelet está el juicio a ejecutivos del grupo financiero Penta por aportes irregulares a campañas políticas de figuras del partido conservador UDI. Esa investigación arrojó otra sobre la minera SQM, propiedad del ex yerno del fallecido dictador Augusto Pinochet, por aportes a políticos de diversas tendencias.
En tanto, el hijo de la mandataria, Sebastián Dávalos, es investigado por supuesto tráfico de influencias en una causa sobre un millonario préstamo otorgado a una sociedad de la nuera de Bachelet.
Fuente: Reuters