“No salimos de la cárcel arrodillados, ni caminando. Salimos volando”.
Esta respuesta que Patricio Ortiz Montenegro le dio al periodista Víctor Gómez, de la revista chilena The Clinic, puede definir de manera perfecta lo que ocurrió aquel 30 de diciembre de 1996.
La historia breve dice que cuatro presos -condenados por delitos de asesinato y secuestro- se fugaron de una prisión chilena de alta seguridad a bordo de un helicóptero, bajo la mirada estupefacta de los guardias.
Y horas después, esta vez bajo la mirada de millones de chilenos que seguían las noticias y escuchaban lo que había ocurrido.
Las noticias también confirmaron la identidad de los cuatro prisioneros que habían salido volando de la cárcel: Mauricio Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hoffman y el ya mencionado Ortiz Montenegro.
Todos eran miembros de lo que se conocía como el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), que había sido acusado de perpetrar, entre otros ataques, el asesinato del senador pinochetista Jaime Guzmán, en abril de 1991.
Fue el FPMR el que decidió sacarlos de la cárcel aquel fin de año, en una operación bautizada “Vuelo Justicia” y que quedó para siempre en el imaginario colectivo chileno como “la fuga del siglo”.
Ninguno de los que huyeron ese día ha regresado a una cárcel chilena.
La división
El FPMR se había creado en Chile en 1983 como respuesta al régimen de facto que había impuesto Augusto Pinochet en septiembre de 1973.
Uno de los objetivos de la organización fue sabotear, con distintas acciones, la viabilidad del gobierno de Pinochet.
Como lo señalaron varios medios locales, como el diario “La Tercera”, después de múltiples ataques con explosivos y algunos secuestros de figuras prominentes de la derecha chilena, en 1991 -cuando ya había sido restablecida la democracia- decidieron secuestrar al senador Guzmán.
Durante años, Guzmán había sido considerado uno de los “ideólogos” del régimen.
Pero algo salió mal en el camino y el ex ministro y senador terminó muerto en el campus de la Universidad Católica.
En 1992, después de varios operativos, Hernández Norambuena y Palma Salamanca fueron capturados y enviados a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago de Chile.
Allí se encontraron con otros militantes del grupo, como Ortiz y Muñoz Hoffman, que cumplían condenas por distintos delitos.
Y en poco menos de cuatro años, junto a los miembros del FPMR, planearon una de las fugas más cinematográficos que Chile y América del Sur recuerden.
Helicóptero
Hacía calor aquella tarde del 30 de diciembre de 1996 y los cuatro militantes del FPMR comenzaron a rodear un balde amarillo que habían dejado en la mitad del patio del presidio donde estaban recluidos, en el centro de la ciudad.
Hacia las 15 horas, las aspas de un helicóptero Bell Long Ranger 206 B1 comenzaron a sentirse en las inmediaciones.
El helicóptero había sido secuestrado horas antes y era pilotado, bajo amenaza, por el sargento de Carabineros Daniel Sagredo.
Tras abrirse paso por el cielo de la capital e instalarse sobre la cárcel a punta de disparos de metralleta, los tripulantes del helicóptero dejaron caer una cuerda atada a una canasta de tela.
Allí intentaron meterse Hernández, Palma Salamanca, Ortiz y Muñoz, pero no había suficiente espacio y todo ocurrió tan rápido que dos de ellos salieron colgados de la canasta.
“Se siguieron escuchando muchos disparos y algunos compañeros se tiraron al suelo. Yo me asomé por la ventana, miré hacia el otro patio y vi que ya iban saliendo por el helicóptero”, le dijo Fedor Sánchez, guardia del CAS, al portal de noticias El Desconcierto.
La operación “Vuelo Justicia” solo tomó 58 segundos en ser ejecutada con éxito.
Exilio y asilo
La reacción de los guardias de la cárcel fue tardía y el helicóptero desapareció en la distancia.
Horas más tarde, testigos reportaron que un modelo similar al que había protagonizado la fuga en la CAS estaba estacionado en la cancha de fútbol del parque Brasil.
Ortiz le dijo a The Clinic que apenas dejaron el helicóptero se montaron en un vehículo, a las pocas cuadras los cuatro se separaron y después lograron abandonar Chile.
Durante meses no se supo nada de ellos.
Al año siguiente, en septiembre de 1997, Ortiz fue capturado en Suiza, pero a los pocos meses se le concedió el asilo político y reside allí desde entonces.
En el 2002, las autoridades de Brasil reportaron la captura de Hernández Mora, quien estaba acusado de secuestrar al publicista Washington Olivetto. Fue condenado a 30 años de prisión.
En febrero de este año se conoció la noticia de que el gobierno de Francia había capturado también a Palma Salamanca. Por supuesto Chile pidió su extradición, pero Francia decidió concederle el asilo político.
Este viernes, autoridades chilenas confirmaron la detención de Muñoz Hoffman en Estados Unidos, donde portaba una identidad falsa. Según medios chilenos, se está a la espera de obtener mayor información para ver la posibilidad de iniciar trámites de extradición.