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Montevideo, EFE
El presidente uruguayo, José Mujica, afirmó que a las personas “a las que les gusta mucho la plata hay que correrlas de la política” porque constituyen “un peligro”, ya que pueden confundir “la perspectiva” de lo que es un buen gobierno y convertir a los ciudadanos en “descreídos”.
El veterano mandatario, reconocido internacionalmente como el “presidente más pobre del mundo” por su austero modo de vida, se expresó así durante una entrevista con el canal CNN, en donde fiel a su estilo filosófico y campechano departió sobre el republicanismo, lo que es realmente la pobreza y las utopías que aún restan por cumplir.
Consultado por la periodista mexicana Carmen Aristegui sobre su peculiar modo de vida alejado de los lujos del poder, Mujica, un ex guerrillero tupamaro de 79 años, señaló que el problema de la ostentación y el lujo que rodea a las personas con poder político es una traición al sentimiento fundacional de las repúblicas “en donde nadie es más que nadie”.
“Hay que afirmar el sentido republicano y vernos como iguales. Se desvió la República en eso. Se nos cuelan por el costado. Por eso a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos, son un peligro. Eso no quiere decir que en la política no existan intereses, pero estos son no materiales, son de otro tipo, son morales”, indicó Mujica.
Así, el mandatario, que el próximo mes de marzo abandonará la primera magistratura del Uruguay, que ocupó en el 2010, dijo que el político a lo que debe aspirar es “al cariño y al reconocimiento de la gente”, y “no a la plata”.
De este modo, Mujica se definió como “un hombre rico” porque, “como dicen los aimaras, pobres son los que no tienen comunidad”.
“Cuando salgo a la calle muchísima gente me da su amistad y compañerismo. Y en lo otro (lo material) no soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, para que las cosas no me roben la libertad”, indicó el presidente, que reside en una pequeña y humilde granja a las afueras de Montevideo en donde cultiva flores y hortalizas.
El político indicó que, desde su punto de vista, la “política es la lucha por la felicidad de todos” y que, por eso, los que ven la política desde “la óptica de la plata”, aún “con buena intención”, lo ven todo de esa perspectiva.
“Si gobierna la mayoría, hay que ubicarse en la perspectiva de las mayorías, no las minorías. Y por eso la gente termina 'descreyendo' de la política. Y cuando los hombres y mujeres no creemos en algo es la peor circunstancia. Porque este animalito que somos es el bicho más utópico y necesita creer. (...) Y cuando no se cree en nada, se vive solo para uno, en el egoísmo”, indicó.
Mujica señaló entonces que aún se puede creer en la utopía de “construir un mundo mejor, que lo tenemos que hacer entre todos” y acotar las diferencias sociales.
“Nos educaron en aquella idea de que este es un valle de lágrimas para acceder al paraíso. No, valle de lágrimas no. Ésta es la vida hermosa que hay que cuidar y en la que hay que luchar para que sea feliz lo más posible, con todas sus contradicciones. No hay que malgastarla. La libertad es tener tiempo para vivir aquello que nos motiva”, culminó.