Boa Vista. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió hoy que nadie le quitará la legitimidad que le otorgó el voto directo en las pasadas elecciones generales de octubre del 2014.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“La primera característica de quien honra el voto que le dieron es saber que él es la fuente de mi legitimidad, y nadie me va a quitar esa legitimidad que el voto me dio”, aseguró la mandataria durante un acto público en el que entregó 747 viviendas a familias pobres, en el marco del programa “Mi casa, mi vida”.“Yo respeto la democracia de mi país. Sé lo que es vivir en una dictadura. Por eso respeto la democracia y el voto. Y pueden estar seguros de que además de respetar, honraré el voto que me dieron”, enfatizó la mandataria en declaraciones que reproduce el blog oficial de la Presidencia.Rousseff, quien tras integrar un grupo guerrillero contrario a la dictadura militar (1964-1985) fue presa política y torturada, repitió hoy lo dicho en más de una oportunidad.“A lo largo de mi vida pasé por muchos momentos difíciles. Soy una persona que aguanta la presión. Soy una persona que aguanta amenazas. Incluso ya sobreviví a grandes amenazas a mi propia vida”, afirmó.Los dichos de la política del Partido de los Trabajadores (PT) ocurren un día después de que se conociera un nuevo sondeo de opinión que indicó que el 71 por ciento de los electores desaprueba su gobierno, que solo el ocho por ciento lo avala y que el 66 por ciento apoya su destitución.La salida anticipada de la presidenta, que asumió su segundo mandato en enero, está siendo manejada por la oposición, que aguarda los veredictos del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) y del Tribunal Supremo Electoral (TSE).El TCU encontró irregularidades en las cuentas del gobierno en el 2014 y puede recomendar al Congreso que las finanzas sean rechazadas. Eso podría dar lugar a la apertura de un proceso de impugnación de su mandato.En tanto, el TSE investiga si el comité de campaña de la presidenta recibió recursos desviados del ente estatal Petrobras, sumido en un colosal escándalo de corrupción. En ese caso, quedaría anulada su elección.Por otra parte, también el jueves tuvo lugar un nuevo “cacerolazo” en contra de su gobierno, ocurrido en momentos en que era difundido en cadena de radio y televisión un video publicitario del PT.Durante el acto de hoy, Rousseff se refirió a la crisis que sacude al país y dijo que trabajará “incansablemente” para garantizar “la estabilidad institucional, económica, política y social”.Volvió a admitir que la economía “pasa por dificultades” en este momento, pero sostuvo, al mismo tiempo, que es “un hecho” que Brasil es hoy “un país mucho más robusto, mucho más fuerte” que antes.“Me dedicaré día y noche, hora por hora, a garantizar que el país salga lo más rápido posible de las dificultades”, subrayó.
Fuente: DPA