Bogotá (El Tiempo de Colombia / GDA). Al menos 14 proyectos de ley desde 1998, un referendo y una promesa electoral que no alcanzó a ser cumplida. Esos son, a grandes rasgos, los intentos recientes en el país para desmontar o, por lo menos, reformar el servicio militar obligatorio en Colombia.
Este miércoles, el presidente-candidato Juan Manuel Santos volvió a poner sobre el tapete este tema, que no está exento de polémica. Dijo a través de medios radiales: “Si logramos la paz, y la vamos lograr este año, inmediatamente voy a eliminar el servicio militar obligatorio”.
Pero el camino, si se tienen en cuenta los antecedentes históricos, no será nada fácil. De hecho, su eliminación deberá pasar por el Congreso de la República, donde este tipo de iniciativas no han tenido éxito. Y eso que la gran mayoría, por no decir todas, han pretendido reemplazarlo por un servicio social obligatorio.
Uno de los primeros intentos recientes fue propuesto en 1998 por el hoy exsenador Carlos Moreno de Caro. Allí, tal como la propuesta de Santos, se buscaba reemplazarlo por un “servicio social obligatorio”. La iniciativa llegó a segundo debate antes de morir por “vencimiento de términos”.
Otros iban más allá y no sólo proponían un servicio social, sino también 'ecológico' que no tendría vinculación directa con las fuerzas militares. La idea era que los jóvenes no tomaran las armas, sino que hicieran algo por su comunidad.
Pero ninguno de los proyectos llegó siquiera a último debate. De hecho, varios se hundieron simplemente porque se terminó la legislatura y fueron archivados sin siquiera ser debatidos.
EL INTENTO MÁS RECIENTEUna de las últimas iniciativas también falló. Era impulsada por el senador Juan Manuel Galán y estaba basada en la objeción de conciencia, consignada en el artículo 18 de la Constitución, la cual se señala que “nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia”. Se radicó el 20 de julio del 2012, se acumuló con un proyecto similar y luego simplemente 'desapareció del mapa'.
La idea era que los colombianos pudieran oponerse a prestar el servicio militar si sienten que hacerlo iba en contra de sus creencias. El derecho a la objeción de conciencia fue apoyado por la Corte Constitucional en una sentencia del 2009.
La iniciativa, pese a estar impulsada por la Alcaldía de Bogotá y colectivos civiles, se hundió en Cámara de Representantes.
PROMESAS ELECTORALESEn su reciente campaña al Senado y a la Cámara de Representantes, el movimiento político Mira (Movimiento Independiente de Renovación Absoluta) aseguró que impulsará un referendo para modificar el servicio militar en Colombia. El objetivo es que sea voluntario y remunerado.
Quienes no quieran prestarlo o no sean aptos deberán pagar una cuota monetaria de compensación (similar a la actual) que se destinaría “a mejores condiciones de salud, vivienda y educación de soldados y policías”, según Mira. Se espera que la iniciativa se comience a mover este año en la nueva Cámara, donde ese partido logró, a duras penas, mantener dos representantes. En el Senado perdió su representación, lo que podría afectar el apoyo y el avance de esta idea.
Pero yendo más allá, en 2002, cuando aspiraba a la Presidencia, el exmandatario y senador electo Álvaro Uribe Vélez tenía entre sus promesas de campaña la eliminación del servicio militar obligatorio para reemplazarlo por una “docencia de educación básica”. Esto se impulsaría siempre y cuando se llegara a 100 mil soldados profesionales. En 2010, cuando terminó el Gobierno Uribe, había un poco más de 80 mil y la promesa se quedó en el aire.
¿CÓMO ESTÁ REGLAMENTADO EL SERVICIO MILITAR?La obligatoriedad para que los jóvenes se vinculen durante un año a las filas de las Fuerzas Militares o como auxiliares de Policía está reglamentada por la ley 48 de 1993.
También aparece en el artículo 216 de la Constitución, donde se señala que todo colombiano debe tomar las armas “cuando las necesidades públicas lo exijan para defender la independencia nacional y las instituciones públicas”.
En ese sentido, la ley señala que “todo varón colombiano está obligado a definir su situación militar a partir de la fecha en que cumpla su mayoría de edad, a excepción de los estudiantes de bachillerato, quienes definirán cuando obtengan su título de bachiller”. Esta obligación se termina al cumplir los 50 años.
Incluso, en la norma se estipula que las mujeres lo pueden presentar en forma voluntaria. Y deja claro que un menor deberá tener permiso de sus padres. Y si el joven al momento del reclutamiento ya está en una institución de educación superior, tiene la posibilidad de aplazarlo hasta cuando cumpla sus estudios.