México. Interrogantes sobre la espectacular fuga del capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán persisten pese a las explicaciones que dio esta semana el gobierno sobre cómo logró esfumarse por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El relato de la fuga señala que el menudo Guzmán se escabulló por un agujero cavado en el suelo de la ducha de su celda y que la video de vigilancia de 24 horas que tenía no lo observó porque esa zona era un “punto ciego” para la cámara.
Expertos en seguridad y conocedores del penal, como el general Jorge Carrillo, expresaron sus múltiples dudas sobre las explicaciones oficiales.
Carrillo, exdirector y fundador del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) -el servicio de inteligencia mexicano-, fue quien recibió en México a Guzmán cuando fue detenido por primera vez en Guatemala en 1993 y recluido en el penal de máxima seguridad de Puente Grande (oeste), del que se escapó en 2001.
A mediados de la década de 1980, el general Carrillo participó en el diseño del penal de máxima seguridad El Altiplano (centro), donde el líder del cartel de Sinaloa pasó su segunda reclusión.
Abundan las dudas sobre la fuga del capo el pasado 11 de julio.
RAZONES DE “INTIMIDAD”Según el gobierno, la cámara instalada en la celda que ocupaba “El Chapo”, en el área más vigilada del penal, tenía “dos puntos ciegos” por razones de “intimidad”, uno en la ducha y el otro en la letrina.
En el video de la fuga difundido al público, no se alcanza a ver la salida de Guzmán por el hoyo de debajo de la ducha.
A Carrillo le parece “extraño” el argumento de la “intimidad”. Los puntos ciegos de la cámara “no estaban en el diseño” del penal, recuerda.
“Los espacios de intimidad (de los presos), los más extremos y desagradables, estaban cubiertos” por la lente de vigilancia, señala.
El experto en seguridad no sabe cuándo cambió esa regla, pero sí asegura que durante varios años “no había instante en la vida del recluso, fuera el que fuera, que no estuviera siendo grabada” por una de las 750 cámaras de la cárcel.
PRINCIPIO DE NO PERMANENCIAAutoridades del penal dijeron a una periodista que “El Chapo” ocupó la misma celda, la última del pasillo de los más vigilados, desde que fue capturado en febrero de 2014.
“Los protocolos de la vida interna del penal tampoco se cumplieron, uno de ellos es que la ubicación de un recluso en una celda es aleatoria y no permanente”, deberían ser reubicados cada mes cuando mucho, afirma Carrillo.
Del hoyo bajo su ducha, Guzmán accedió a un túnel de unos 1,5 km de longitud, con sistemas de ventilación e iluminación, que desemboca en un aislado inmueble a las afueras del penal.
Se calcula que la construcción del pasadizo tomó meses y, según expertos, requirió de la extracción de más de 3.000 toneladas de tierra.
Los censores de humo y ruidos del penal pudieron detectar la construcción del túnel y la actividad del enorme generador que le proveía de electricidad.
“A través del túnel pasan todos los sonidos, los ecos”, explica Carrillo.
Por ahora, las autoridades han acusado a siete funcionarios de la cárcel del delito de “evasión de presos” y han suspendido a su director.
URBANIZACIÓN DESCONTROLADAEl Altiplano fue construido en el municipio de Almoloya de Juárez, a 90 km de la capital, porque “allí no había nada”, rememora Carrillo.
Se estableció un polígono a su alrededor de 2 km “donde no podía haber nada”, pero al paso de los años las autoridades violaron el principio de la “no ocupación de ese espacio”.
Hoy existen viviendas a menos de 200 metros de su entrada principal, además está en curso una enorme obra hidráulica que bordea uno de los costados del penal, justo el que está en dirección a la bodega donde acaba el túnel.
Montañas enormes de tierra de esa obra permanecen recargadas en los muros del penal, a una altura que casi los tapa.
Lugareños dijeron que esa obra lleva en construcción tiene alrededor de un año. Y una fuente de la fiscalía reconoció que todo ello “forma parte de las investigaciones”.
“Definitivamente me desconcierta” esa obra, cuyas excavaciones podrían haber opacado el ruido de la construcción del túnel, señala Carrillo.
La fuga, remata el experto, evidencia que “el sistema de seguridad y de justicia está en quiebra”.
Fuente: AFP