Un matrimonio británico adinerado decidió extraer y congelar semen de su hijo fallecido con el propósito de tener un nieto a través de una gestación subrogada. De momento la pareja se mantiene en el anonimato.
La pareja, según informó el periódico dominical Mail on Sunday, se hallaba destrozada tras conocer el trágico accidente de moto de su único hijo de 26 años. El matrimonio decidió —en contra de la legislación británica, que exige un consentimiento escrito del donante que debe ser entregado a la Autoridad de Embriología y Fertilización Humana— extraer y congelar una muestra de semen de su hijo, que permanece vivo en el cadáver hasta tres días. Contaron para ello con la ayuda de un urólogo.
La muestra fue enviada de inmediato a Estados Unidos para poder emprender una gestación subrogada. El doctor David Smotrich, experto en fertilidad, decidió ayudar a los desesperados abuelos en su clínica de La Jolla, en San Diego. El especialista llevó a cabo una técnica de selección de género, que en Reino Unido está estrictamente prohibida, para poder elegir el sexo del bebé. Se trata de un varón, que tiene ya tres años y vive desde su nacimiento con los abuelos. El proceso, según los cálculos del diario, habría costado en torno a los 110.000 euros.“El matrimonio británico había perdido a su hijo en la más trágica de las circunstancias. Querían desesperadamente un heredero y un nieto y fue un privilegio ser capaz de ayudarles”, explicó el médico.“Pero producir un niño a partir del semen de un muerto es extremadamente raro. Yo lo habré hecho unas cinco veces”, explicó al diario.
Fue la madre del joven fallecido la que específicamente indicó las características que debía tener la mujer que condujera a buen puerto el embarazo, que se logró con un óvulo donado. Según la asistente del especialista que la atendió: “Fue un matrimonio entre la ciencia y el alma. La madre me dijo que esto es lo que su hijo hubiera querido”. El diario Mail on Sunday narró que abuelos estuvieron presentes en el parto de su nieto, que tuvo lugar en 2015. Tras ser nombrados tutores legales del recién nacido regresaron a Reino Unido. Se trata del primer caso conocido en este país en circunstancias tan extremas.
Fuente: Agencias