En cuestiones de propaganda, el grupo terrorista Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS) conoce bien su oficio. El mensaje de audio que surgió el domingo por la noche en Internet, una declaración de 34 minutos del portavoz del ISIS, Abu Mohamed al Adnani, impresiona por la calidad de la grabación. Con el tono melodioso de un recitador del Corán, anuncia aquello con lo cual los yihadistas sueñan desde hace tiempo: la creación de un califato islámico.
Prácticamente al mismo tiempo, el ISIS distribuyó en Internet traducciones en inglés, alemán, francés y ruso. El mensaje detrás del mensaje es bien claro: el ISIS no se dirige solo a los creyentes en Siria e Iraq, sino también a los musulmanes en todo el mundo.
También fue bien elegido el momento del mensaje. El presunto regreso del califato fue anunciado por el ISIS no solo en el primer día del mes de Ramadán sino apenas dos días antes de que el nuevo Parlamento iraquí se reúna (hoy) por primera vez en la capital, Bagdad.
La constitución del Parlamento está acompañada de una amarga disputa entre chiitas, sunitas y kurdos sobre el futuro jefe de Gobierno del país. Aquí también puede entenderse el mensaje del ISIS: mientras los “infieles” se combaten entre sí e Iraq se cae a pedazos, los yihadistas, los “verdaderos creyentes”, demuestran fuerza y poder. Al ISIS también le vino bien que la ofensiva del Ejército iraquí contra el grupo terrorista en la ciudad iraquí de Tikrit se haya frenado el fin de semana.
La traducción alemana del mensaje de audio, por ejemplo, tiene 39 páginas. Los extremistas agregaron incluso notas al pie e instrucciones para traducir el alfabeto árabe al alemán. El texto está lleno de explicaciones teológicas y describe al jefe del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, como el nuevo califa Ibrahim.Es “obligación para todo musulmán” jurarle fidelidad y apoyarlo”, afirma el mensaje. El califato se extiende de la ciudad siria de Alepo hasta la iraquí Diyala. “Oh musulmanes –llama el portavoz del ISIS a sus oyentes–, apúrense y reúnanse [alrededor de su califa] de modo que puedan regresar a aquello que fueron durante años, reyes del mundo y caballeros de la guerra”.
La referencia es inequívoca y tiene que ver con los primeros tiempos del islam, cuando los seguidores del profeta Mahoma conquistaron tras su muerte en el año 632 enormes territorios y crearon un reino cuyo principal líder político y religioso era, al menos en lo formal, el califa. El califato terminó en 1924 con la caída del Imperio Otomano.
Muchos creyentes asocian al viejo califato con las épocas doradas del islam, cuando los musulmanes dominaban grandes territorios y no se sentían –como ahora– bajo el yugo de poderes occidentales seculares. El objetivo declarado es regresar al “único islam verdadero” de tiempos de Mahoma. Cómo se lee esto para el ISIS quedó claro en su mensaje del fin de semana: en una localidad al este de la ciudad siria de Alepo fueron ajusticiados y crucificados ocho hombres.