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Mosul, EFE
Al menos 220 yihadistas murieron esta madrugada en un bombardeo de aviones de la coalición internacional contra un convoy del grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Iraq, informó el responsable de seguridad local Mohamed Ibrahim al Bayati.
Según Al Bayati, jefe del Comité de Seguridad de la provincia de Nínive, el convoy en el que viajaban los extremistas estaba compuesto por 25 vehículos, cargados también con armas y equipamiento militar.
Los combatientes del EI se dirigían de la zona de Rabía, al oeste de Mosul, a Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar.
Entre los fallecidos figuran dos importantes cabecillas del EI, agregó Al Bayati, que señaló, además, que el ataque había causado decenas de heridos.
Las víctimas fueron trasladadas al hospital de la localidad de Tel Afar, en Nínive, de donde el EI expulsó a los enfermos civiles para dejar sitio a sus miembros heridos, indicó la fuente.
LA COALICIÓN SIGUE BOMBARDEANDO
La aviación de la coalición internacional también ha lanzado esta madrugada numerosos ataques aéreos contra cuarteles y sedes del EI en Mosul, renovando así su ofensiva, que había suspendido en los últimos días durante la festividad musulmana del Eid al Adha.
Estos bombardeos causaron la muerte a otras decenas de extremistas, entre ellos algunos responsables, dijo el gobernador de Nínive, Atil al Nuyeifi.
Cazas estadounidenses, británicos y holandeses participaron en estos ataques contra los cuarteles del EI en los barrios de Al Tahrir y Nerkal.
En Nerkal, el blanco fue la sede del Movimiento Democrático Asirio (cristiano), ocupada por los yihadistas, que celebraban una reunión en el edificio al momento del bombardeo.
En junio pasado, el EI se hizo con el control de Mosul y otras zonas del norte del país y proclamó un califato en Iraq y Siria, donde ha impuesto una interpretación radical de la ley islámica.