El padre, Daniel Ortega, está a punto de cumplir 23 años como mandatario de Nicaragua. La madre, Rosario Murillo, es su vicepresidenta y todopoderosa mano ejecutiva del gobierno. Sus ocho hijos (Rafael, Laureano, Camila, Carlos Enrique, Daniel Edmundo, Juan Carlos, Maurice y Luciana) se reparten canales de televisión, radios, negocios petroleros, inversiones públicas, ensueños interoceánicos, empresas millonarias y, sobre todo, el amor sin límites de la pareja presidencial. Son el clan de los Ortega Murillo, la “dictadura dinástica” de Nicaragua, como los bautizó Carlos Fernando Chamorro, el periodista más respetado del país.
Tan poderosos son que hasta tienen acuñado su propio símbolo oficioso, como si se tratase de su sello familiar: el árbol de la vida. La autoproclamada poetisa Rosario Murillo ordenó sembrar el país con unas gigantescas estructuras metálicas, de una tonelada de peso y varios metros de altura, que representan un ícono para distintas religiones y culturas. La vicepresidenta -como Nicolás Maduro- es seguidora del gurú Sai Baba, un líder espiritual indio fallecido en 2011 entre más sombras que luces.El primer hijo de la lista es Laureano Ortega Murillo, a quien sus padres presentaron en sociedad como su posible sucesor. “A Laureano lo que le gusta es la buena vida. Se viste con Armani y Gucci y usa relojes de 40.000 dólares. Pero sobre todo le gusta la ópera y está empeñado en ser conocido como un gran tenor, aunque desafina bastante”, dice el comandante revolucionario Hugo Torres, uno de los líderes del Movimiento Renovador del Sandinismo (MRS). “La pareja presidencial lo protegió, hasta ahora, como a su delfín”, concluye el general.
Una anécdota si se compara con su participación en ProNicaragua, la agencia que busca inversiones en el exterior, y en el gigantesco canal interoceánico ideado por el polémico empresario chino Wang Jing, casi tres veces más grande que el de Panamá. Este proyecto, hostigado por campesinos y ecologistas, duerme de momento el sueño de los justos, aunque en la oposición sospechan que a su alrededor ya se levantan en paralelo otras iniciativas millonarias.
Rafael, el mayor, es el encargado de administrar por orden presidencial la Distribuidora Nicaragüense de Petróleos, en problemas porque Caracas pasó de enviar 30.000 barriles por día a solo 10.000. Durante años, el oro negro venezolano y las exportaciones preferenciales de alimentos nicaragüenses al país sudamericano engordaron el PBI del país hasta convertirlo en el segundo con más crecimiento de América Central.Camila es la más popular de la familia, gracias a su paso por las pasarelas de la moda. Ahora se transformó en la asesora más cercana de su madre, su sombra en todas sus apariciones públicas. En paralelo, la hija mayor dirige Nicaragua Diseña, plataforma pública que promociona la moda local y que ella misma creó en 2012. Por si todo esto fuera poco, también participa de la dirección informativa y empresarial de los canales 47 y 13, en este último junto a su hermana Luciana. Este canal, bautizado Viva Nicaragua, tiene como objetivo promover “una ventana positiva de la realidad familiar nicaragüense”.El tercer hermano que participa en el canal 13 es Maurice, el más lanzado de todos. El joven usó las redes sociales para defender a sus padres durante las protestas. Y lo hizo con saña, luego de llamar delincuentes a los jóvenes que sufrían la represión de policías y paramilitares: “Esto nunca fue por el Instituto Nacional de la Seguridad Social [INSS, cuya reforma fue el detonante de la rebelión popular]. Es parte de un plan para crear caos en el país. ¡Viva Sandino, viva Daniel!”.
Algo sabe el joven de propaganda, ya que desde 2011 también dirige junto a sus hermanos Carlos Enrique y Daniel Edmundo los canales 4, 6 y 8. Este último fue comprado por 10 millones de dólares en 2009, a través de Alba Petróleos de Nicaragua (Albanisa), la sociedad que gestiona los petrodólares enviados por Caracas.Desde todo este conglomerado de medios intentan adoctrinar a la población y mantener la hegemonía comunicacional en alianza con los canales públicos. No contentos con ello, el gobierno sacó del aire a los canales no oficialistas durante las protestas que sacudieron al país en los últimos días, en especial 100% Noticias, que retransmitía todos los detalles de la rebelión. En resumen, el orteguismo controla ocho de los nueve canales abiertos del país.El árbol familiar lo cierra Juan Carlos, al frente del canal 22 y de la productora musical Difuso. Es el más polifacético de todos los hermanos, ya que no solo es el guitarrista del grupo de rock Ciclo. También ha hecho sus incursiones cinematográficas. Según The New York Times, el Ministerio de Turismo gastó 400.000 dólares para que el joven participara en una producción de Hollywood, que pasó sin pena ni gloria por las pantallas.
Fuente: La Nación, GDA