El encuentro fue breve. Duró menos de media hora. Sin embargo bastó para que Melania , la esposa del presidente Donald Trump , se hiciera un hueco para hacerle un pedido especial al papa: en el momento en que la primera dama de Estados Unidos ingresó al salón en donde su marido y Francisco habían charlado, se acercó al pontífice y le entregó un rosario propio para que lo bendijera.
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Melania no está bautizada bajo el rito católico. Sin embargo, nació y se crió en Eslovenia, un país cuya mayoría, alrededor del 60 por ciento de la población, profesa esta religión.Trump, que está en la mitad de su primera gira internacional, visitó por la mañana al papa en el Vaticano, donde ambos tuvieron una reunión privada en un marco de simbolismo religioso y antiguo protocolo.El presidente, acompañado por su esposa y varios colaboradores, llegó poco después de las 8 de la mañana. Saludó a Francisco en la Sala del Tronetto, en la segunda planta del palacio Apostólico. Tras su reunión, entregó a Trump una medalla con una rama de olivo, un símbolo de paz, entre otros obsequios.“Nos viene bien la paz”, respondió el presidente.La visita comenzó con un apretón de manos entre los dos hombres y se oyó a Trump decirle al papa que estar allí era “un gran honor”. Después posaron para la prensa y se sentaron junto al escritorio.Media hora más tarde se dio por terminada la audiencia cuando Francisco hizo sonar una campana en su estudio privado. Entonces se presentó al resto de los miembros de la delegación de Trump, como su esposa Melania, su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner, así como a los asesores Hope Hicks y Dan Scavino.Cuando se marchaba, Trump dijo al papa: “Gracias, no olvidaré lo que dijo”.Fuente: APLO ÚLTIMO DE MUNDO...
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