Beirut. El campo de refugiados palestinos de Yarmuk está al borde del desastre humanitario después de que este lugar del sur de Damasco se convirtiera en un frente de batalla entre el grupo terrorista Estado Islámico y facciones rebeldes sirias y palestinas, alertaron hoy activistas.Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Desde hace seis días sufrimos escasez de alimentos y de agua. Para obtener agua potable hay que caminar hasta el distrito de Yalda en medio de zonas donde hay enfrentamientos”, dijo a Efe por Internet el activista Mohamed Ahmed, del Centro de los Mártires de Yarmuk, desde el interior de campo.
Un camino lleno de riesgos porque al intercambio de fuego de artillería entre las partes enfrentadas se añaden las balas de francotiradores y los barriles de explosivos arrojados por la aviación del régimen sirio.
El miércoles, el Estado Islámico inició una ofensiva por el control de Yarmuk, donde ha tomado el 90% de su superficie y se enfrenta a la organización Aknaf Beit al Maqdis, una facción palestina opuesta al Gobierno Sirio, a la que se han sumado varios grupos rebeldes, como el Ejército del Islam.
La organización yihadista domina casi todo el campo menos áreas de su sector norte.
Durante la jornada de hoy, los combates se centraron en el sur de Yarmuk, aunque fueron intermitentes.
Ahmed estimó que podría haber unas 20 personas heridas en el interior de las casas del campamento, donde también escasea el material médico.
-
Una niña participa en una movilización en apoyo a los palestinos refugiados en Yarmuk. (AFP).
El Hospital de campaña de la Piedad está cerrado y su personal se ha trasladado al vecino distrito de Yalda, después de pasar dos días retenidos por los combatientes del Estado Islámico, mientras que los médicos del centro sanitario Palestina siguen trabajando con medios muy precarios, indicó el activista.
La Fundación Yafra para la Ayuda y el Desarrollo de la Juventud estuvo operando en Yarmuk y repartiendo ayuda hasta el jueves pasado, cuando uno de sus voluntarios fue asesinado por el Estado Islámico.
Su director, Wesam Sabaaneh, expresó a Efe desde Beirut su preocupación por el destino de los miles de civiles que todavía quedan en el lugar sin poder escapar.
Según los datos que maneja, hasta la semana pasada había unas 18.000 personas en Yarmuk, de donde habrían escapado en los últimos días 500 familias en dirección a Yalda, “que está cercada por el Ejército”, según dijo, además de otras 150 personas que han huido a áreas bajo el control de las autoridades en Damasco.
Hoy, los voluntarios de la Fundación Yafra han podido distribuir en Yalda mil paquetes de comida entre los palestinos huidos de Yarmuk.
Sabaaneh subrayó que unas 150 personas han sido capturadas por el Estado Islámico durante los combates que, a su juicio, no han hecho más que empeorar la precaria situación que ya existía en el campo, donde en los dos últimos años han fallecido 170 personas por la falta de alimentos y medicinas.
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), junto a la Media Luna Roja Siria, no han podido acceder a Yarmuk desde el miércoles.
El portavoz del CICR en Damasco, Umar Phiri, dijo a Efe en conversación telefónica que su organización está preparada para entrar en cualquier momento, “siempre y cuando las partes garanticen un acceso seguro de los equipos” humanitarios.
En ese sentido, hizo un llamamiento a los distintos bandos para que respeten los principios de la ley humanitaria y protejan a los civiles.
Debido a la violencia en Yarmuk, el CICR solo ha podido asistir a aquellos civiles que han salido del campo y han alcanzado otros distritos como Yalda.
Antes del inicio del conflicto en Siria, unas 160.000 personas vivían en Yarmuk, pero su número se ha visto reducido a unas 18.000 en los dos últimos años por los combates entre las autoridades y los rebeldes, y el cerco impuesto por el régimen.
Los insurgentes asumieron el control de Yarmuk en diciembre del 2012 y, desde entonces, sus calles han sido escenario de enfrentamientos con las autoridades.
Antes de la irrupción del Estado Islámico, estaban presentes en el lugar Aknaf Beit al Maqdis y el Frente al Nusra, al que activistas y opositores acusan de haber ayudado al Estado Islámico a entrar en el campo, aunque la rama de Al Qaeda en Siria ha asegurado que se mantiene neutral.
Hasta ahora no se había documentado la presencia de elementos del Estado Islámico dentro de Damasco, en lo que sería la primera vez que ese grupo terrorista entra en la capital.
Fuente: EFE