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Peshawar. Un adolescente de 16 años estuvo cerca de morir durante el ataque perpetrado por los talibanes en la escuela de Peshawar, al noroeste de Pakistán. La astucia del muchacho lo llevó a fingir su muerte para pasar desapercibido durante el atentado que dejó al menos 130 muertos, reseñó la agencia AFP.
El menor, identificado como Shahrukh Khan, narró desde la cama del hospital el momento en el que se encontraba junto a sus compañeros en el auditorio del colegio cuando cuatro hombres armados ingresaron.
“Alguien nos gritó que nos agachásemos y escondiéramos abajo de las mesas”, dijo Khan en declaraciones recogidas por la agencia AFP. “Uno de ellos gritó: 'Hay muchos chicos debajo de los bancos, vayan a buscarlos'”, añadió.
El menor recuerda haber escuchado el grito “¡Dios es el más grande!” antes de que la ráfaga de balas lo ensordecieran.
El espantoso ataque talibán a una escuela de Pakistán [FOTOS] http://t.co/VCV6ywsilL #PeshawarAttack pic.twitter.com/OR66epePZm— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) diciembre 16, 2014
“Vi un par de botas negras que venían hacia mí. Ese hombre probablemente estaba buscando estudiantes escondidos debajo de los bancos”, narró Khan.
Dos disparos perforaron las piernas del menor, quien se metió la corbata en la boca para no gritar de dolor. Khan intentó quedarse lo más quieto posible y así logró salvar su vida.
“El hombre de botas negras siguió buscando estudiantes y metiéndoles balazos en el cuerpo. Mi cuerpo estaba temblando. Vi a la muerte tan de cerca (...) Nunca me olvidaré de las botas negras acercándose. Tuve la impresión de que era la muerte que se me acercaba”, añadió.
Sin embargo, el horror no terminó ahí. Fue imposible para Khan ponerse en pie, debido a las heridas en las piernas, por lo que tuvo que arrastrarse hasta el siguiente salón.
“Fue horrible. Vi el cadáver de nuestra secretaria en llamas. Estaba sentada en la silla con sangre que le chorreaba del cuerpo mientras se quemaba”, contó el aterrado menor mientras sujetaba la mano de su padre.
El ataque terrorista perpetrado por los talibanes en la escuela para hijos de militares ubicada en Peshawar, al noroeste de Pakistán, dejó por lo menos 130 muertos, la mayoría de ellos jóvenes y niños. Las autoridades informaron que los seis atacantes fueron abatidos.