Saná, EFE
La organización Al Qaeda en Yemen elogió hoy los avances logrados por los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Iraq y pidió a los musulmanes suníes del Golfo Pérsico a seguir el ejemplo combatiendo de parte del grupo radical.
El número dos de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), con base en Yemen, Ibrahim al Rabish, felicitó en un video publicado en foros yihadistas a “todos los muyahidines en los diferentes frentes por las victorias alcanzadas por sus hermanos en Iraq contra los infieles”.
Los derrotados a los que se refiere el terrorista son los chiitas y el resto de minorías religiosas que viven en Iraq, que fueron víctimas de los ataques y saqueos llevados a cabo por los radicales en diferentes ciudades del norte de ese país.
Este comentario de AQPA llega dos meses después de que el EI tomase Mosul, la segunda ciudad de Iraq, el pasado 10 de junio, y declarase un califato en los territorios que ocupa, que van desde la provincia siria de Alepo a la iraquí de Diyala, y donde impuso una interpretación radical de la ley islámica.
“Fue una gran alegría esa operación. ¡Quién no se alegra de la victoria de la comunidad sunita y la derrota de las bandas de (el chiita ex primer ministro iraquí Nuri) Al Maliki que molestaron a los sunitas y les sometieron al peor sufrimiento!”, dijo Al Rabish.
El dirigente de Al Qaeda denunció que la “convivencia entre sunitas y los opositores (chiitas) ha alcanzado niveles imposibles, porque los insultaron y derramaron su sangre en Iraq”.
Además, llamó a todos los sunitas a luchar para “obtener lo que les corresponde” en todas partes del mundo.
“¿Aprenderán de la lección de Iraq y tomarán la iniciativa para hacerse dueños de sus vidas, o debe repetirse la tragedia iraquí para que los sunitas de otras regiones vuelvan a sufrir lo mismo?”, cuestionó.
El Estado Islámico es considerado una escisión de Al Qaeda desde que rechazara acatar las ordenes del líder de la red terrorista, Aymán al Zawahiri, que pidió que el grupo limitara su actividad a Iraq y saliera de Siria.
El líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, se autoproclamó nuevo califa del mundo islámico tras conseguir ese ansiado sueño del extremismo islamista, un hecho que ni siquiera logró el fallecido líder del Al Qaeda, Osama Bin Laden.