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Washington, EFE
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) está investigando si el periodista estadounidense Steven Sotloff, asesinado por el Estado Islámico (EI), fue entregado a ese grupo yihadista por rebeldes sirios, como asegura la familia de la víctima, informó hoy la Casa Blanca.
El portavoz de la familia Sotloff, Barak Barfi, aseguró este lunes que sus fuentes en Siria le han dicho que uno o más de los “llamados rebeldes moderados, a los que la gente quiere que apoye nuestra Administración Obama”, habían vendido a Sotloff al EI por entre 25.000 y 50.000 dólares.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, cuestionó hoy esa información.
“Basándome en la información que me ha sido proporcionada, no creo que eso sea preciso. Pero esto es objeto de una investigación del FBI, y en último término, es el EI quien es responsable” de la muerte de Sotloff, aseguró Earnest.
El asesinato de Sotloff, de 31 años y que supuestamente fue capturado en agosto del 2013 cerca de la frontera entre Siria y Turquía, fue difundido en un vídeo del EI la semana pasada, apenas trece días después de que ese grupo extremista divulgara imágenes de la decapitación de otro periodista estadounidense, James Foley.
En ambos mensajes, el verdugo de los periodistas atribuía su muerte a los ataques selectivos lanzados por el Gobierno Estadounidense contra posiciones del EI en Iraq; y la difusión de los vídeos ha aumentado la presión sobre la Casa Blanca para extender sus bombardeos también a Siria.
El portavoz de la familia Sotloff criticó el lunes la gestión de la Administración de Barack Obama de los secuestros de los periodistas y dijo que “podría haber hecho mucho más” para ayudarlos.
“Sabemos que la comunidad de inteligencia y la Casa Blanca están liados en un juego más grande de luchas burocráticas, y Jim (Foley) y Steve (Sotloff) son peones en este juego, y eso no es justo”, indicó Barfi en una entrevista con la cadena de televisión CNN.
También denunció que la Casa Blanca ha hecho varias “declaraciones incorrectas”, como la de que el Gobierno informó “regularmente” a la familia Sotloff respecto a la situación del rehén.
“La relación entre la Administración y la familia Sotloff estaba muy dañada”, afirmó Barfi, quien aseguró que los parientes del rehén hicieron una “petición”, que no especificó, a la Casa Blanca después de publicarse el vídeo del asesinato y que la residencia presidencial la “rechazó”.
La Casa Blanca también ha recibido críticas de la familia de Foley, que ha lamentado que el Gobierno no negociara con el EI para liberar a ese periodista pero sí lo haya hecho en el caso del militar Bowe Bergdahl, capturado en Afganistán y canjeado este año por cinco presos talibanes encarcelados en Guantánamo.
El Gobierno ha trazado una distinción entre ambos casos, al asegurar que el de Bergdahl fue un “intercambio de presos” en el contexto del “fin de un conflicto armado”, en palabras de Earnest.