A sus 26 años, Salah Abdeslam era el terrorista más buscado de Francia por ser sospechoso de haber desempeñado un papel clave a nivel logístico en los atentados yihadistas de noviembre, que conmocionaron a Europa. Esta tarde, fue capturado por las fuerzas de seguridad especiales de Bélgica en una operación en su natal Molenbeek, Bruselas.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Abdeslam nació el 15 de setiembre de 1989, pero vivió con sus hermanos Mohamed y Brahim, otro de los atacantes suicidas que formaron parte del atentado en la sala de concierto parisina, y sus padres en un lindo edificio con vista a la alcaldía de Molenbeek (Bélgica). Era una familia unida, “abierta y liberal, no muy religiosa”, recuerda Olivier Martins, ex abogado de Brahim.
Salah y Brahim tuvieron una juventud normal. “Les gustaba el fútbol, iban a discotecas, volvían con chicas”, cuenta Jamal, educador y amigo de los hermanos Abdeslam. “Bebedores, fumadores, pero no radicalizados”, comenta uno de sus conocidos.
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Salah trabajó como técnico en la STIB, la empresa de transporte público de Bruselas. En marzo de 2013 abrió un bar con su hermano, “Les Béguines”, en la planta baja de un edificio de ladrillos rojos de Molenbeek. Brahim era el propietario y Salah, el gerente.
“En los últimos meses ya no bebían y rezaban un poco más que de costumbre”, dijo otro hermano, Mohamed, detenido Bruselas al día siguiente de los ataques pero liberado luego sin cargos.
En el bar, desde hacía un tiempo algunos clientes notaron que se consultaba más internet: “Cada vez que entrabamos en el café, había discursos del Estado Islámico, es decir llamados a la guerra”, dijo a un programa de la televisión francesa.
Brahim, el dueño, también miraba videos del grupo yihadista. “A veces, cuando se enojaba, decía que haría estallar todo”, aseguró un cliente al canal francés France 2.
Entre sus amigos estaba Abdelhamid Abaaoud, quien se convertiría luego en uno de los yihadistas belgas más notorios y en el presunto cerebro de los atentados de París. Luego de un robo en 2010 coincidieron en la cárcel.
Fue probablemente en prisión donde Abaaoud, pudo enseñarle a Abdeslam “la teología del disimulo para burlar los servicios de seguridad y la vigilancia de los servicios de inteligencia”, explica Mathieu Guidère, experto francés en terrorismo.
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El 13 de noviembre de 2015, los hermanos Abdelam participaron del mortal ataque en la capital de Francia.
Salah Abdeslam abandonó París al día siguiente de los atentados con la ayuda de cómplices. La autoridades perdieron su rastro hace cuatro meses en Bruselas.
No hay certezas sobre los lugares en los que estuvo desde el 14 de noviembre.Según las informaciones de prensa, se habría escondido durante tres semanas en un departamento que allanó la policía el 10 de diciembre y en donde encontró rastros suyos.
Fuente: Agencias
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