Contar con una democracia representativa es un cimiento fundamental para el desarrollo del país y el bienestar de los ciudadanos. Lamentablemente, en el Perú tenemos serias deficiencias en representatividad y continuas crisis políticas.
Al respecto, en IPAE hemos formulado la #RutaPerú Democracia Representativa con tres líneas de trabajo para fortalecer nuestra democracia y una para defenderla.
En primer lugar, se deben afinar los pesos y contrapesos entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, para lo cual ciertas medidas restringen el poder de uno y otras del otro. Se plantea limitar el poder del Congreso vía (i) sustituir la cuestión de confianza al inicio de funciones del presidente del Consejo de Ministros por una presentación sin voto; (ii) limitar la cuestión de confianza y censura a ministros; (iii) prohibir la censura del presidente del Consejo de Ministros durante el último año de gobierno; y (iv) eliminar la vacancia por incapacidad moral.
Por su parte, se plantea limitar el poder del Ejecutivo a través de (i) prohibir la cuestión de confianza para reformas constitucionales; (ii) precisar condiciones para considerar otorgada o denegada la cuestión de confianza; (iii) prohibir que el presidente del Consejo de Ministros solicite la confianza durante el último año de gobierno; y (iv) fortalecer la excepcionalidad de la disolución del Congreso.
De manera complementaria se propone que la aprobación por insistencia de un proyecto de ley cuente obligatoriamente con un sustento debido de su constitucionalidad y requiera el voto de dos tercios de los congresistas.
En segundo lugar, está la línea de trabajo para fortalecer la función legislativa. Para ello, sugerimos restringir la exoneración de remisión a comisiones y de segunda votación, lo cual se ha vuelto, lamentablemente, una práctica. Asimismo, proponemos permitir la reelección de los congresistas, ya que ello profesionaliza la función legislativa y fiscalizadora. Recomendamos, además, retornar a la bicameralidad, con una Cámara de Diputados elegidos por circunscripciones y una Cámara de Senadores elegidos en circunscripción única nacional.
La tercera línea de trabajo apunta a impulsar la consolidación de los partidos políticos. Se propone (i) reforzar condiciones para la alianza o consolidación entre partidos; (ii) establecer una participación mínima de militantes en elecciones internas; (iii) regular las condiciones para la postulación de un partido a un gobierno regional o alcaldía provincial; y que, (iv) mientras se mantenga el Congreso unicameral, elegir a una parte de los congresistas el mismo día de la segunda vuelta.
Los acontecimientos y anuncios en el proceso electoral nos hicieron ver que no solo debemos aspirar a perfeccionar la democracia, sino que es necesario proteger la que tenemos. Al respecto, cuando políticas erradas empobrecen a los ciudadanos, los gobiernos reprimen la libre expresión y la libertad de prensa para tener el monopolio de lo que se informa. Estamos viendo en Cuba la represión y el apresamiento de opositores, como también lo vemos en Venezuela. Los opositores deben estar en las instancias de contrapeso del gobierno, en los medios de comunicación y, también, de manera pacífica, en las calles.
Debemos proteger las garantías mínimas de nuestra democracia como línea de trabajo prioritaria: i) respeto de los derechos y libertades fundamentales de las personas; ii) respeto de la libertad de expresión y de prensa; iii) respeto de la independencia y autonomía de instituciones; iv) respeto de la alternancia en el poder y convocar debidamente a elecciones libres y transparentes; y v) respeto de la Constitución vigente y los procesos que la misma establece, incluso cuando se trate de modificarla.
La Constitución debe tener modificaciones, pero para fortalecer nuestra democracia. Las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos promoveremos y estaremos vigilantes de que ello sea así.