El jueves último se difundieron dos entrevistas periodísticas que ilustran nuestro escenario político actual: una al fiscal de la Nación, Pedro Chávarry. La otra, al presidente de la República, Martín Vizcarra. Chávarry conversó con el periodista Fernando del Rincón, de la cadena internacional CNN. Arguyó que en el Perú “tenemos una prensa muy limitada como para llevar adelante nuestros comentarios e ideas”, afirmación que fue objetada por el entrevistador. Al ser consultado sobre la exigencia, desde distintos sectores de la sociedad, de que deje el cargo dadas las investigaciones que se le siguen, replicó que eso sería aceptar su culpabilidad. Como sabemos, la Fiscalía Anticorrupción del Callao lo sindica –junto a otros once jueces, fiscales supremos y ex integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura– como parte de la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto. Del Rincón retrucó con claridad: “Dentro del ámbito de la justicia, y usted como administrador de justicia lo debe saber muy bien, no está en usted definir si forma o no parte de un grupo delincuencial. Está en manos de las autoridades que están llevando la investigación. Está en manos de aquellos que administran la justicia. Y el hecho de ser juez y parte puede complicar mucho las cosas”. Finalmente, sobre el apoyo que recibió desde el chat La Botica de los congresistas de Fuerza Popular, el cuestionado funcionario señaló: “Me halaga porque me siento un hombre correcto”. En dichas conversaciones vimos cómo los parlamentarios opositores acordaron protegerlo, blindar al ex juez supremo César Hinostroza –presunto cabecilla de dicha organización criminal, hoy en Madrid–, y desprestigiar al fiscal de lavado de activos José Domingo Pérez –a cargo de la investigación de dicho partido político y su lideresa–. Horas antes de la difusión de esta entrevista, el presidente de la República, Martín Vizcarra, conversó con la periodista Rosa María Palacios. El mandatario recordó que el 28 de julio presentó siete proyectos de ley para ser revisados y aprobados por el Congreso de la República como parte de la reforma de la administración de justicia. Sin embargo, hasta el día de hoy siguen encarpetados. Insiste en que, además de su disposición a dialogar con la oposición, espera de ella acciones concretas. Vizcarra también reveló que se reunió con el reconocido estratega empresarial Michael Porter. ¿Qué medidas urgentes recomendó el experto para mejorar la competitividad económica del país? Lucha contra la corrupción y mejora de los sistemas de administración de justicia, salud y educación. En ese orden. Desde el Poder Ejecutivo se ha mostrado apoyo a las citadas investigaciones fiscales, mientras que fuerzas de oposición difunden absurdos rumores de un inminente golpe de Estado (¿?). El presidente Vizcarra ha reiterado que respeta la separación de poderes y que no tiene ninguna injerencia en la situación en la que está Keiko Fujimori –hay que ser justos en reconocer que el mérito de tremendo descalabro político corresponde enteramente a ella y su partido–. Por nuestra parte, desde la sociedad civil debemos hacer explícito nuestro apoyo al equipo del fiscal José Domingo Pérez y al coordinador del Equipo Especial del Caso Lava Jato del Ministerio Público, Rafael Vela Barba. Exijamos de una vez por todas el fortalecimiento del sistema de justicia y la identificación y retiro de los funcionarios corruptos. En cuanto a la salud, el presidente se comprometió a reducir la anemia infantil al 20% para el 2021. Hoy, el 43,6% de niños menores de 36 meses la padece, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del año pasado. Y agregó que están trabajando en una reforma de salud integral, fundamental para sacar un mejor partido al dinero invertido en sanidad. El enfoque de mejora de la atención primaria que está proponiendo el Ejecutivo vía las redes integradas de servicios de salud busca mantener a las personas más saludables mediante una atención centrada en el paciente y donde el contacto inicial ocurre en los establecimientos de salud del primer nivel. No necesitamos aplausos protocolares; necesitamos poder avanzar en protocolos de salud que permitan mejorar la calidad de vida de los peruanos. No requerimos de oposiciones políticas que blinden a controvertidos personajes. Requerimos de autoridades honestas que velen por el fortalecimiento de los poderes del Estado y permitan avanzar en reformas estructurales como la de salud. Es decir, pasar de La Botica a pensar en el bienestar de la población. Y eso implica, entre otras medidas, consolidar un sistema de boticas públicas eficientemente abastecidas con medicamentos de primer orden.
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