Era claro, desde el inicio, que un gobierno de Perú Libre no sería favorable para el desarrollo de la minería en el Perú. En campaña, su retórica antiempresarial ganaba notables decibeles cuando hacía referencia a grandes inversiones extractivas. Sin embargo, una vez en el poder, sus primeros intentos por limitar el sector fueron solo medianamente exitosos.
Rápidamente, el gobierno del presidente Pedro Castillo se vio forzado a limar mayores referencias a expropiaciones o nacionalizaciones imposibles bajo el actual marco constitucional. Su iniciativa para subir la carga tributaria, liderada por el MEF de entonces, tampoco llegó a buen puerto. De este modo, quizá la principal traba durante estos meses ha sido la negligencia con que ha venido gestionando los conflictos sociales alrededor del sector y manejando las expectativas de las comunidades. Por ejemplo, Las Bambas, en Apurímac, anunció que volvería a frenar operaciones en una semana si persistían los bloqueos.
No obstante, en el reciente nombramiento de Carlos Palacios al frente del Ministerio de Energía y Minas (Minem), el Gobierno ha encontrado una nueva fuente de desestabilización para el sector. En el 2019, la contraloría advirtió que Palacios, entonces director regional de Energía y Minas en Junín, no cumplía con los requisitos para el puesto dado que “no acredita estar habilitado, no cuenta con estudios de especialización” ni “acredita la experiencia relacionada con el cargo”. El documento de contraloría fue remitido al gobernador regional Vladimir Cerrón Rojas, pero este no lo removió. El ministro Palacios es también militante de Perú Libre.
La captura del Minem va más allá. Según informó este Diario, el nuevo jefe del Gabinete de Asesores del ministerio es David Fernando Caballero, dueño y presidente de radio Disco, conocida como Latina. Este medio, ligado a los intereses de Perú Libre, transmite un programa llamado “Palabra de maestro”, que sirvió durante la campaña de plataforma proselitista a Castillo. Caballero tiene antecedentes penales, policiales y judiciales por falsificación de documentos, violencia, resistencia a la autoridad, entre otros. Además, como secretario general de la misma entidad asumió esta semana Loly Wider Herrera, gerente general del Gobierno Regional de Junín cuando Cerrón estaba a cargo y fue abogado de su madre, Bertha Rojas.
Al igual que lo que viene sucediendo en el Minsa luego del nombramiento de Hernán Condori como ministro, en el Minem se cocina una salida de cuadros. El ahora exviceministro de Minas Jorge Chávez Cresta, quien era el encargado del despacho de Hidrocarburos desde noviembre del 2021, se apartó de la entidad el jueves pasado denunciando reparticiones de puestos por consigna partidaria y el ingreso de personas “sin la mínima capacidad para asumir las riendas” del sector.
El Minem ha sucumbido a la infiltración de Perú Libre y los allegados de Cerrón. El daño que esto puede ocasionar a las operaciones mineras en marcha, y a la expectativa de los nuevos proyectos que podían haber entrado en construcción próximamente, es enorme (en un momento en el que los precios de los minerales se han mantenido elevados). Los sectores de Hidrocarburos y Energía también pueden esperar paralizaciones y retrocesos.
Así, una cartera crucial para el desarrollo nacional –solo la minería representa aproximadamente el 9% del PBI–, pero que ya venía con problemas estructurales, acaba de ser tomada, cual botín, por una organización política que linda con lo criminal, y que pretende utilizarla para su conveniencia. La respuesta de control político debe venir pronto: mientras más se prolongue esta captura, más difícil será reparar el tejido institucional del Minem. El responsable final de todo el entuerto se sienta hoy en Palacio de Gobierno, pero mientras no exista una solución al problema de fondo, apagar este incendio –junto con el del MTC y el del Minsa que reseñamos ayer– debe ser la prioridad.