Francia posee el aparato de destrucción más horrible que la imaginación humana. Es un explosivo que ha tomado el nombre de su inventor. Un solo disparo de obús de 28 kilogramos destruye todo ser humano en un espacio de 370 metros cuadrados. Las experiencias efectuadas sobre animales han comprobado la verdad de este aserto. Se trata de un proyectil lanzado por un cañón que explosiona siete veces seguidas. Los franceses lo han utilizado con éxito en la campaña de Lorena, donde perecieron más de 3.500 alemanes. ¡Qué desastres produce la guerra!